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Voto de Cinemagavia:
7
Drama La historia refleja la vida de Julia, Elsa y Amelia, tres amigas que un día decidieron comenzar a caminar juntas una vez por semana. Lo que empezó por ser una mera distracción y una forma de hacer ejercicio se ha terminado por convertir en una necesidad. Porque esos paseos les sirven también para estar informadas de lo que a cada una de ellas les ocurre. Poco a poco irán descubriendo que la amistad no es siempre idílica, que en la ... [+]
4 de marzo de 2020
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
*En Invisibles, la vida comienza a los 50

Con Invisibles, Gracia Querejeta pone el foco de atención sobre un sector altamente denostado en la industria cinematográfica: las mujeres mayores de cincuenta años. Eternamente relegadas al papel secundario de madre y, posteriormente, de abuela, las actrices que atraviesan la quinta década de sus vidas tienen cada vez menos oportunidades de protagonizar una película.

Querejeta se aleja de cualquier tópico en este sentido. Otorga toda su atención a las tres amigas interpretadas por Emma Suárez, Nathalie Poza y Adriana Ozores. Borra del plano a maridos, ligues y familiares. Sus miedos, inquietudes, dudas y esperanzas son el centro de la narrativa de Invisibles.

*El comienzo de una bonita amistad

Julia, Elsa y Amelia son tres mujeres con personalidades tan diferentes que cuesta imaginarlas siendo amigas verdaderas. Por lo pronto, tienen la costumbre de salir a caminar al parque las mañanas de los jueves. Los paseos comienzan siendo una pequeña terapia de grupo, en la que las tres encuentran un hueco para desahogarse de las penas familiares y laborales. Su cita semanal pasa a ser de vital importancia según sus vidas se enredan más y más en la inevitable desesperación de esa pérdida de relevancia social.

Una veterana ejecutiva que va de conquista en conquista, una doblemente divorciada que busca en los demás el amor que no consigue darse a sí misma y una profesora cínica y desencantada con la vida. Ellas conforman este grupo de mujeres que comparten media hora de paseo matutino y un núcleo común: el deseo de ser deseadas, queridas, necesitadas; de ser vistas.

Cada una enfrenta la triste realidad a su manera, y así, sus dramas e inseguridades se convierten en historias que se quedan muy cerca de las que escucharías si prestaras atención a la conversación de unas extrañas. Sin embargo, la cinta mantiene un grado de fantasía que no permite al público terminar de encontrarse en las protagonistas y lo distancia de ellas. Una distancia quizá necesaria para poder reflexionar sobre el trasfondo del mensaje sin caer en la autocompasión.

*Trío ganador

Poza y Ozores sobresalen al representar a los personajes más diferentes entre sí de Invisibles. Una, cándida y necesitada; la otra, impenetrable y fría. Sin embargo, quedan a la sombra de su compañera de reparto. Y es que parece que Suárez haya entrado en una dinámica de no fallar nunca.

Desde que brillara con un rol secundario en el estreno cinematográfico de Miguel del Arco, Las Furias (2016), ha encontrado en la televisión un espacio en el que se desenvuelve con tanta comodidad como en el cine y el teatro. En los últimos años, ha demostrado su talento en La Zona (2017), Criminal (2019) y, ahora, Néboa.

Poner a las tres en primer plano es, sin duda, uno de los grandes aciertos de Querejeta en Invisibles, que ha dado con la mezcla perfecta para dar vida a las historias de tres mujeres en crisis. Un caldo de cultivo al que se suma, en última instancia y desde un papel demasiado corto, Blanca Portillo.

*Querejeta apuesta por un estilo teatral

La decisión de utilizar un solo escenario —el parque de sus paseos— convierte el relato de Querejeta en una suerte de confesión que nos transporta a un formato más dramático. No es difícil imaginar a las actrices caminando entre las butacas de una sala de teatro, proyectando la voz para que se las escuche desde todas partes. Un efecto que se ve apoyado también por los diálogos, en la frontera entre lo natural y lo recitado. Precisamente en este equilibrio entre lo íntimo y lo mecánico encuentra Invisibles su lugar más cómodo, invitando al espectador a retrotraerse a lo más reflexivo de sí mismo.

A pesar de sus muchas virtudes y aciertos, no es una película memorable. Por el contrario, es un filme pensado para resonar con un nicho muy concreto de personas, para las que puede que sí se convierta en una de sus grandes películas. Pese a ello, Invisibles es una apuesta interesante para disfrutar de ella.

Escrito por Ana Pastor
Cinemagavia
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