El contraste entre el ganador, incluso el oso que ocupa el tercer puesto, y nuestro gran oso animado blanco habla de ese inconformismo de quien anhela la victoria pero que se queda a las mieles del triunfo. Y qué gran detalle esas gotas de champán que caen sobre el rostro impertérrito de nuestro amigo blanco.

Por otra parte, cómo se desarrolla y en qué condiciones lo hace, esa carrera, de la que vemos sólo la parte de nuestro gran oso blanco, es una cábala por descifrar. Porque desconocemos por dónde ha transcurrido la de los otros dos. La meta es la misma para todos, pero el desarrollo no. ¿Quizá una metáfora también de la vida, de los sueños, de alcanzar tu objetivo?