La cadena Starz, conocida por su excelente Spartacus, nos trae otra serie de espadas y escudos para no perder la costumbre. Por un lado es positivo pues la gente se enganchará tras quedar huérfanos de combates en la arena; pero claro, la gran parte negativa es, que Batiatus y compañía han dejado el listón muy alto.

Tras ver el primer episodio (recordemos que el segundo no llega hasta el 8 de Abril) nos han dejado unos tintes de lo que puede ser esta serie de 10 capítulos.

La trama pinta bastante interesante, una lucha de poderes para alzarse con el trono, y hechiceros de por medio.

Tenemos también personajes muy guapos y otros no tan agraciados (lo siento pero cada vez que veo a Fiennes haciendo de Merlín me recuerda a Flashforward), en general no muy bien trabajados, porque el tempo de la serie no es precisamente lento y tampoco deja mucho respiro.

Sus actuaciones no son nada del otro mundo, cumplen lo suficiente como para que nos creamos lo que nos cuentan, pero a su vez no es que destaquen mucho por empatizar con sus personajes. Fiennes parece tener un sólo registro, Morganna sí es más convincente, y el pobre Arturo me ha dejado dudando, y algo indiferente.

La serie promete como un buen pasatiempo, digna de ser vista porque al menos se toma la mínima molestia de estar decentemente filmada, con algo interesante que contar, y con sus buenos modos para hacerlo; claro que dudo que pase a la historia de las grandes series.

Eso sí, en Abril también comienza la aclamada Canción de hielo y Fuego (Juego de Tronos), en la HBO; y las comparaciones más que nunca para la pobre Camelot, van a ser odiosas.

Os recomiendo ambas series, pero si sólo disponéis de tiempo para una, quedaros en la HBO.