En los siempre añorados años 70 surgieron muchos de los géneros cinematográficos predilectos por los auténticos consumidores de todo tipo de cine, en especial el cine sin ninguna otra intención que la de ser fiel a unos principios, llegar al espectador con puestas de escena simples pero directas y apoyándose en unos personajes que no sólo caen bien, sino que muestran las inquietudes que muchos de los espectadores de este tipo de cine puedan tener en la vida real. Uno de estos géneros fue el de las "road movies" pero en su vertiente más alocada. Una perfecta muestra es la película que nos ocupa "Dirty Mary Crazy Larry", prima hermana de títulos contemporáneos como "Vanishing Point" o "Gone in Sixty Seconds" y protagonizada por un verdadero experto de este tipo de films, el "Easy Rider" siempre adorable Peter Fonda.

Aquí Fonda comparte cartel con una bellísima Susan George, con la que deberá huir de la policía durante prácticamente toda la película. Esta premisa es la que utilizan algunos de los films citados antes, el de que toda una persecución ocupe todo el metraje de la cinta (en "Vanishing Point" esto es ya llevado al extremo), y con el que un director tan afamado como Steven Spielberg tuvo la osadía de utilizar en uno de sus primeros títulos (la genial "The Sugarland Express").

"Dirty Mary Crazy Larry", que cuenta también con la presencia de un secundario de lujo como fue Vic Morrow, está filmada añorando al género del que se convertiría en icono, dando especial protagonismo al mundo de los coches, al rugir de los motores y apoyándose en la buena química entre Fonda y George. Una perfecta muestra del "cine de persecuciones" que sin ser la mejor cinta del mismo, sí que es una buena manera de acercarse hacia ese cine de "drive in" con unas intenciones que sólo en la década de los 70 se pudieron originar.