Descubrí los doramas coreanos a través de las series históricas. De ahí salté a otros tipos, acción, drama, comedia romántica. No he seguido series románticas (no he visto ninguna turca, ni latina ni española), pero me gustan las comedias y a partir de ahí aterricé en estas temáticas. Siguen unos clichés amorosos que repiten constantemente ya que les dan buen resultado, en los que suelen incluir acción, intriga, drama y claro, comedia. Y son cortas, otro dato que las distingue.
En ésta el argumento trata de un guapo joven que es muy rico (como no) que padece Trastorno de Identidad Disociativa (TID). Lleva varios años en tratamiento y tratando de deshacer las complicaciones que le generan las 7 personalidades que aparecen sorpresivamente sin el apoyo de su familia y sin amigos (solo un secretario le ayuda a veces). En una de estas transformaciones se tropieza con una joven psiquiatra (qué casualidad) y a partir de ahí se desarrolla la interacción entre ambos y sus distintas personalidades. Hay un oscuro secreto que envuelve a los protagonista y se destapa al final.
No es un documental sobre Salud Mental ni tampoco intenta serlo. Pero desde mi punto de vista está bien desarrollada. El trabajo del actor principal es meritorio (recibió premios por este papel). Es fácil caer en la exageración y el ridículo en este tipo de interpretaciones, pero Ji Sung maneja sus escenas con acierto y hace una muy buena labor.
Ella estaría mejor si dejara a un lado tanto grito, puede que sea muy cómico en Corea, pero a mí me cansa. Afortunadamente mejora con los capítulos.
De las personalidades destaco a Perry Park y Ahn Yo Sub porque nos dan los momentos más divertidos de la serie.
Ji Sung está genial también en su papel del duro, dominante, atrevido e irresponsable Shin Se Gi (la personalidad más fuerte de todas).
Serie que combina con acierto diversión y drama a lo que se suma interesantes reflexiones.