Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
7
Comedia. Drama La señora Erlynne, mujer de dudosa reputación, regresa a Londres y manda llamar a Lord Windermere. Le revela que es la madre de su esposa, a quien ésta cree muerta, y exige dinero por su silencio. También solicita una invitación a la fiesta de cumpleaños de Lady Windermere, pero ésta se niega. La señora Erlynne toma la carta de rechazo por la invitación y se presenta en la fiesta, desatando los celos de Lady Windermere. (FILMAFFINITY)
20 de agosto de 2010
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevar al mudo una obra del Profesor de estética es complicado. Nos vemos privados de los diálogos en los que participan Graham y Dumby, por ejemplo, que son santo y seña del estilo cínico y frívolo del dramaturgo.

En todo caso, hay paralelismos entre los mundos de Oscar Wilde y Ernesto (doble sentido y sugerencia rijosa). Y pese a las diferencias evidentes entre ambos formatos (cine y literatura), sí creo que existen momentos en los que la imagen recoge la esencia de la palabra con la misma intención y resultado incisivo e irónico (la pluralidad de perspectivas de los binoculares-espías es un gag que encuentra resonancia directa en la aviesa intención de frases de la obra teatral).

La cinta incorpora alguna variedad espacial de escenarios inexistentes en la obra original (el hipódromo) para darle vivacidad cinematográfica a la configuración de la trama, y simplifica el hueso de la retranca wilderiana dialogada –como es lógico- simplificando la estructura y cambiando definitivamente de ubicación la revelación del nexo entre las dos protagonistas (en la peli se comenta al principio mientras que en la obra teatral sucede más tarde… y además por recomendación ajena, ya que Wilde por lo visto pretendía no soltar prenda hasta el final).

El plano último introduce un chascarrillo en el desenlace de la historia, y aporta algo del humor Lubitschiano anticipando parte de la sutileza cinematográfica de dobles giros que habría de venir (pese a que el juego de puertas en esta cinta no existe, al mostrarse el contenido de las habitaciones –a través de la cerradura o entrando nosotros directamente en la estancia- en un remarcado propio del mudo pero impropio del cineasta).

En fin, interesante ejercicio para comprobar el manejo expresivo del plano de Lubistch a la espera de que esos detalles acabaran por conformar el famoso tono propio.
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow