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Voto de fleury:
7
4 de noviembre de 2016
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película absorbente, realista y que como thriller, funciona perfectamente.
No voy a expandirme sobre la novedad en la construcción del film, su planteamiento de falso documental, sus giros, el montaje, incluyendo imágenes de video "sacadas de la realidad". Nada de eso. Es puro fake, es decir un falso documental, todo pensado y planificado, pero tan bien engarzado que te lo crees de principio a fin. Y le doy un siete, por que la noche de su pase en la Seminci, pude hablar con su director y exponerle, a mi entender, un fallo garrafal que no voy a destapar aquí, pero que él también aceptó. De hecho, reconoció haberlo filmado de otra manera y que luego, en el montaje, decidieron suprimir esa toma. Pero a mi me faltan dos minutos de película, de una escena clarificadora y que no obstruya el desenlace. El final se resuelve en dos patadas, cuando durante todo el desarrollo de la película, la historia es contada minuciosamente, sin dejar un cabo suelto, todo es absolutamente detallado y al final del metraje, se precipita, se acelera y el final se resuelve en un minuto. Ahí, patina a mi modo de ver la película.
Por novedosa, por arriesgada y sobretodo por el tema que trata, es un notable casi sobresaliente. Por como se ha resuelto, casi al final, le resto un punto. Pero es una gran obra y una buena película, muy, muy recomendable.
Voy a comentar a mi modo el tema de la película. La aplicación de la justicia HACE que la justicia sea una aspiración imposible. La Justicia Universal es puro engaño: ¿cómo hablar de justicia universal si en China es delito algo que aquí ni siquiera está considerado como falta leve, o en Arabia Saudí se puede castigar con la pena de muerte? Estamos hablando del mismo delito. ¿Cómo hablar de justicia si al autor del delito no le puede juzgar ni siquiera influir en su condena el sujeto que ha sufrido el daño? Y sobretodo ¿cómo hablar de justicia, si en un mismo país, pongamos España, el mismo delito será penalizado de una manera diferente en Cataluña que en Canarias, y peor aún, dependerá subjetivamente del juez titular del juzgado al que haya correspondido por azar? En la aplicación de la justicia hay tantos factores, que hablar de justicia es una Utopía. No es baladí decir que depende del juez en primer lugar, encargado de "administrar la justicia", como si de un medicamento se tratase, de si ese juez es más o menos joven, si es más o menos experto, si tiene hijos, si está atravesando un momento vital especialmente delicado, una enfermedad grave, un divorcio, etc. También depende de los abogados que lleven tanto al demandado como al demandante, del factor humano, que sigue moviendo el Mundo, y sobretodo, sobretodo, de la SUERTE, así en mayúsculas y subrayado. Si alguien que haya tenido que acudir en primera persona a un juicio, aún cree que en las salas de los tribunales se imparte justicia, es que tiene un candor propio de un niño inocente.
La justicia, pongamos en un país como España, solo será justicia cuando funcione con un programa informático, es decir, cuando la administre un software. Entonces, es cierto que seremos todos iguales ante la ley. Lo argumento.
Si que a mí, o a tí o a tu vecino, nos tiene que juzgar un hombre con sus días buenos y malos, con sus rencores, sus decepciones y sus miserias, no habrá posibilidad de justicia. Si la falta o delito cometido, se introduce en un ordenador, con todos sus agravantes y atenuantes posibles, declaraciones de testigos favorables (abogado defensor) y en contra (fiscalía), y todos esos datos, se reducen a una ecuación, entonces SI habrá justicia real y verdadera. Cuando el mismo delito, cometido de la misma manera en Albacete o en San Sebastián, den el mismo resultado, producto de ÉSA ECUACIÓN. Y a tal delito, le corresponda tal castigo. Simple, sin más.
No voy a expandirme sobre la novedad en la construcción del film, su planteamiento de falso documental, sus giros, el montaje, incluyendo imágenes de video "sacadas de la realidad". Nada de eso. Es puro fake, es decir un falso documental, todo pensado y planificado, pero tan bien engarzado que te lo crees de principio a fin. Y le doy un siete, por que la noche de su pase en la Seminci, pude hablar con su director y exponerle, a mi entender, un fallo garrafal que no voy a destapar aquí, pero que él también aceptó. De hecho, reconoció haberlo filmado de otra manera y que luego, en el montaje, decidieron suprimir esa toma. Pero a mi me faltan dos minutos de película, de una escena clarificadora y que no obstruya el desenlace. El final se resuelve en dos patadas, cuando durante todo el desarrollo de la película, la historia es contada minuciosamente, sin dejar un cabo suelto, todo es absolutamente detallado y al final del metraje, se precipita, se acelera y el final se resuelve en un minuto. Ahí, patina a mi modo de ver la película.
Por novedosa, por arriesgada y sobretodo por el tema que trata, es un notable casi sobresaliente. Por como se ha resuelto, casi al final, le resto un punto. Pero es una gran obra y una buena película, muy, muy recomendable.
Voy a comentar a mi modo el tema de la película. La aplicación de la justicia HACE que la justicia sea una aspiración imposible. La Justicia Universal es puro engaño: ¿cómo hablar de justicia universal si en China es delito algo que aquí ni siquiera está considerado como falta leve, o en Arabia Saudí se puede castigar con la pena de muerte? Estamos hablando del mismo delito. ¿Cómo hablar de justicia si al autor del delito no le puede juzgar ni siquiera influir en su condena el sujeto que ha sufrido el daño? Y sobretodo ¿cómo hablar de justicia, si en un mismo país, pongamos España, el mismo delito será penalizado de una manera diferente en Cataluña que en Canarias, y peor aún, dependerá subjetivamente del juez titular del juzgado al que haya correspondido por azar? En la aplicación de la justicia hay tantos factores, que hablar de justicia es una Utopía. No es baladí decir que depende del juez en primer lugar, encargado de "administrar la justicia", como si de un medicamento se tratase, de si ese juez es más o menos joven, si es más o menos experto, si tiene hijos, si está atravesando un momento vital especialmente delicado, una enfermedad grave, un divorcio, etc. También depende de los abogados que lleven tanto al demandado como al demandante, del factor humano, que sigue moviendo el Mundo, y sobretodo, sobretodo, de la SUERTE, así en mayúsculas y subrayado. Si alguien que haya tenido que acudir en primera persona a un juicio, aún cree que en las salas de los tribunales se imparte justicia, es que tiene un candor propio de un niño inocente.
La justicia, pongamos en un país como España, solo será justicia cuando funcione con un programa informático, es decir, cuando la administre un software. Entonces, es cierto que seremos todos iguales ante la ley. Lo argumento.
Si que a mí, o a tí o a tu vecino, nos tiene que juzgar un hombre con sus días buenos y malos, con sus rencores, sus decepciones y sus miserias, no habrá posibilidad de justicia. Si la falta o delito cometido, se introduce en un ordenador, con todos sus agravantes y atenuantes posibles, declaraciones de testigos favorables (abogado defensor) y en contra (fiscalía), y todos esos datos, se reducen a una ecuación, entonces SI habrá justicia real y verdadera. Cuando el mismo delito, cometido de la misma manera en Albacete o en San Sebastián, den el mismo resultado, producto de ÉSA ECUACIÓN. Y a tal delito, le corresponda tal castigo. Simple, sin más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero la película no va de eso, en absoluto. Trata el tema de la justicia de una forma personal y no universal. De una manera subjetiva porque es la justicia que reclama para sí una persona normal a quien se lo han arrebatado todo, todo aquello que le importaba sin saberlo, su vida inmersa en una cotidianeidad dócil, tranquila. Su vida, que ya no va a ser vida, ya no puede serlo más a partir de un fatídico instante en el que se convierte en un agujero negro y su razón de existir desaparece porque la vida hasta ahora vivida como padre, como profesional, como hombre normal, con aspiraciones normales y todo eso, se rompe violentamente por un acto atroz.
Y de esa descomposición del ser humano modélico, de hombre sobrio, de buen padre, de hombre afable, de hombre corriente al fin yal cabo, surge un ser inesperadamente huraño, fuerte, tenaz y vehemente que solo tiene un objetivo, "vengar" la muerte de su hijo, entendiendo la venganza como la única forma de justicia ya que los resquicios del sistema no han logrado proporcionarle lo que hubiera sido para él un desenlace justo. Todo eso, sin que el padre parezca Chuck Norris en ningún momento ni se nos haga antipático ni nada por el estilo. Más bien empatizamos con él y si bien nos van surgiendo muchas dudas y grandes preguntas acerca de si es moralmente aceptable lo que plantea, nos deja muy tranquilos saber que su intuición es la única verdad y que sin eso, no se entiende la aplicación de la justicia.
Y de esa descomposición del ser humano modélico, de hombre sobrio, de buen padre, de hombre afable, de hombre corriente al fin yal cabo, surge un ser inesperadamente huraño, fuerte, tenaz y vehemente que solo tiene un objetivo, "vengar" la muerte de su hijo, entendiendo la venganza como la única forma de justicia ya que los resquicios del sistema no han logrado proporcionarle lo que hubiera sido para él un desenlace justo. Todo eso, sin que el padre parezca Chuck Norris en ningún momento ni se nos haga antipático ni nada por el estilo. Más bien empatizamos con él y si bien nos van surgiendo muchas dudas y grandes preguntas acerca de si es moralmente aceptable lo que plantea, nos deja muy tranquilos saber que su intuición es la única verdad y que sin eso, no se entiende la aplicación de la justicia.