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Voto de Vagabundoespiritual:
9
Acción. Ciencia ficción Perseguido por su turbulento pasado, Mad Max cree que la mejor forma de sobrevivir es ir solo por el mundo. Sin embargo, se ve arrastrado a formar parte de un grupo que huye a través del desierto en un War Rig conducido por una Emperatriz de élite: Furiosa. Escapan de una Ciudadela tiranizada por Immortan Joe, a quien han arrebatado algo irreemplazable. Enfurecido, el Señor de la Guerra moviliza a todas sus bandas y persigue ... [+]
16 de mayo de 2015
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La saga post-apocalíptica de Mad Max creada por el australiano George Miller a finales de la década de los 70, ha sido siempre una de mis aventuras cinematográficas predilectas. La magnífica utilización de la carretera y los paisajes como elemento demiúrgico, los personajes inmensamente carismáticos (tanto el héroe como los villanos), el ritmo trepidante y enloquecido, el humor macarra, los vehículos potentes y estrambóticos y la deslumbrante (casi hipnótica) estética post-punk que exhibía en cada una de las anteriores entregas hacía que ansiara como un verdadero “loco” una nueva historia del guerrero de la carretera.

Aunque hemos tenido que esperar 30 años desde la interesante y entretenida, aunque a mi juicio la más floja de las anteriores, Mad Max Beyond Thunderdome, para una nueva incursión en el brillante y caótico universo creado por Miller, la espera ha merecido la pena y ha sido gratamente recompensada. Mad Max Fury Road es un western-postapocalíptico plasmado en forma de orgía trepidante y feroz, magníficamente realizado y cuyos aspectos técnicos son todos dignos de alabanza (dirección artística, sonido, efectos visuales, vestuario, banda sonora, etc.), aunque destacaría por encima de todos ellos la soberbia la fotografía de John Seale y el vibrante montaje de Jason Ballantine.

La historia se erige en torno a un pretexto (o MacGuffin) para deleitarnos visualmente durante 120 minutos con un espectáculo pirotécnico bizarro y adictivo como hace mucho tiempo no se veía en una pantalla de cine. Furiosa (Charlize Theron) elabora un plan de escape junto a las jóvenes esposas-prisioneras del tiránico Immortan Joe (el villano interpretado por Hugh Keays-Byrne, el cual ya interpretaba a Cortaúñas en la primera entrega de la saga). Max, que previamente ha sido capturado por los esbirros de este inhumano líder, se verá en medio de una persecución despiadada a través de un paraje inhóspito, donde a pesar de sus reticencias, deberá tomar partido por Furiosa y acompañantes.

Los ingredientes marca de la casa siguen más vivos y potenciados que nunca en esta cuarta entrega, no sólo se ve en la pantalla el amor y respeto que Miller siente por su “criatura”, sino por todos los fans de la saga ávidos de acción sin límites y emociones fuertes. Parece mentira que este señor sea un septuagenario, porque la vitalidad y adrenalina que desprende cada fotograma de la película empequeñece el trabajo de algunos colegas suyos, mucho más jóvenes, que confunden acción y ritmo trepidante con ruido y confusión. Muchas horas viendo y analizando cine mudo, como El Maquinista de la General, demuestra el señor Miller en esta película.

Uno de los grandes alicientes de la nueva entrega era comprobar cómo le sentaría al fabuloso actor británico Tom Hardy la piel de Max Rockatansky, y la verdad es que consigue que nos olvidemos por un par de horas del recuerdo de Mel Gibson en su V8 Interceptor como imagen de este héroe parco en palabras, en perpetua lucha consigo mismo y en busca de redención. ¡Desde ya Tom Hardy es Max!

El resto del reparto está a la altura de lo que se espera de un producto como este y sus esquizoides personajes, pero lo cierto es que brilla con luz propia una Charlize Theron que está magnífica como Furiosa y se permite el lujo de robarle gran cantidad de planos al mismísimo Max (incluso me atrevería a decir que en esta ocasión Max es el secundario de lujo).

En resumen, Mad Max Fury Road es el gran bombazo cinematográfico del año (y posiblemente de lo que llevamos de siglo XXI). Una serie b “de lujo” bastarda, convulsa y salvajemente entretenida que nos lleva a los confines de un mundo post-apocalíptico repleto de sangre, fuego, arena y velocidad que formará parte desde ya de la mitología icónica del séptimo arte. ¡Una bendita locura!
Vagabundoespiritual
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