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Voto de Antonio Blovk:
4
Drama. Romance Lourdes (Bárbara Lennie) es una joven que emprende un viaje a las tierras de Obaba, en el País Vasco. Lleva consigo una pequeña cámara de vídeo con la que quiere atrapar la realidad de ese mundo y sus gentes. Gracias al joven Miguel (Juan Diego Botto), Lourdes va conociendo retazos de sus vidas: de su niñez, de su juventud, de sus ilusiones perdidas: la joven maestra que pasea su soledad por las calles de Obaba, el adolescente Esteban ... [+]
23 de diciembre de 2005
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelve el director Montxo Armendáriz a las tierras rurales del norte de la península que tan bien parece conocer en su nueva obra, en la que adapta la colección de relatos cortos de Bernardo Atxaga Obabakoak. Ya nos contó historias referentes a estos parajes en algunas de sus cintas anteriores, como en la muy premiada y reconocida Secretos del Corazón y en su anterior largometraje, la injustamente olvidada Silencio Roto. En este caso introduce un nuevo elemento en la narración; se trata de la magia, que salpica la historia, y que lleva a la película a un género cercano al realismo mágico. Pero precisamente es otra magia, la que permite a algunas películas lograr una mayor emoción en el espectador, y que sí aparecía en sus otras obras antes mencionadas, la que brilla aquí por su ausencia.

Y es que esta Obaba que nos ocupa tiene como mayor característica su extraordinaria corrección, que aquí termina siendo sinónimo de sosez. No hay nada en la película que la haga despegar hasta donde probablemente podría haber llegado. No está mal el guión, pero en algunos momentos está muy poco acertado y en general contribuye enormemente a la falta de gracia de la película, previsible en ciertos momentos de la trama. Javier Aguirresarobe vuelve a demostrar su talento como uno de los más grandes directores de fotografía del país, pero aquí se extraña la mayor genialidad de otros de sus trabajos (inolvidable su labor en Los Otros, de Alejandro Amenábar). El reparto cumple su cometido sin grandes alardes: a Pilar López de Ayala no le ha sentado bien ganar el Goya, Eduard Fernández ha tenido mejores actuaciones (aunque también es verdad que tiene que llevar el peso del relato menos logrado) y Juan Diego Botto no pasa del aprobado. Mención aparte merecen ciertos fallos en la elección del reparto. La bellísima Bárbara Lennie puede llegar a ser una actriz importante, pero no es lógico cargar con el papel central de la película, el que guía al espectador, a una actriz novel y aunque en algún momento salva los muebles, en otros se nota con claridad su inexperiencia. Respecto a los muchos niños que intentan actuar en la película, en los flashbacks principalmente, es muy notoria su mediocre labor. Es de todos sabido que es difícil sacar buenas actuaciones de niños, pero en otros filmes han podido conseguirlo y aquí se han quedado lejos de hacerlo.

Lo cierto es que no se puede despreciar tampoco a Obaba por completo. Se deja ver con cierto agrado y mantiene el tipo, pero uno sale de la sala más o menos como entró. Con tanta corrección no se puede permanecer en la mente del espectador.
Antonio Blovk
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