En línea con otras series de aventuras, ciencia-ficción y fantasía de unos años antes, como "Ark II", "El increíble Hulk", "La fuga de Logan", "Viaje Fantástico" o "El Planeta de los simios", una familia heteroparental de lo más clásico será transportada a una dimensión alternativa donde vivirá situaciones extrañas en un mundo distópico, buscando la manera de volver a nuestra realidad, siempre perseguidos por el malo de turno, algo muy común en todas estas series, que siempre les obliga a peregrinar de un sitio a otro.

Vista hoy en día, esta serie sería perseguida por las huestes fóbicas del Ministerio de Igualdad (que nombre más orwelliano para un ministerio), y posiblemente sus adalides echarían espumarajos por boca y caerían al suelo enmedio de convulsiones. No en vano es una serie sin cupos, protagonizada por una familia heteropatriarcal, blanca, con hijos heterosexuales y además, rubios. Si que es cierto que se advierte en este tipo de telefilmes un aroma conservador en el que los chicos tienen relaciones más voluptuosas que las chicas, dentro de lo moralmente correcto.

Curiosamente la serie recoge en algunos episodios algunos de estos aspectos de género ya en debate entonces. La madre es veterinaria y se horroriza que en un lugar que va no la dejen trabajar, mientras en otro episodio, una sociedad matriarcal está constituida por auténticas fanáticas que critican que la madre tenga una relación de igualdad con los miembros masculinos de su familia e, incluso la más radical critica de que ella sea heterosexual. Hoy en día este episodio hubiese sido secuestrado y no emitido.

Se emitieron únicamente ocho de los quince episodios grabados. Y nunca han aparecido los siete restantes, así que la serie no finaliza. Inicialmente los episodios son más de ciencia-ficción, con una ciudad de androides, pasando a una sociedad dictatorial en la que quién suspende en Secundaria acaba de por vida como miembro de un ejército bastante inhumano. En otro episodio se emplea la historia de Circe y Ulises mezclada con la película "Coma" en una isla de vacaciones con sorpresa mala para algunos. Otra historia es una reflexión sobre el rock and roll y su ascenso meteórico, en el que los hermanos logran fama haciendo versiones de los grandes éxitos del pop mundial y sufren la misma persecución mediática y por parte de extremistas religiosos que han sufrido los artistas reales. Curiosamente, recuerda al filme "Regreso al futuro", del mismo año. Otro episodio es estilo Mad-Max, bastante tonto. El siguiente homenajea claramente a "La bella y la bestia" de Jean Cocteau, con la misma historia y un maquillaje muy similar para la bestia al clásico francés. El último episodio, de nuevo más de ciencia-ficción distópica, muestra una sociedad desigualitaria que fue regida por otra humana de la Tierra y cuando llega la familia, toman a la hija por su reencarnación. Ella pretenderá cambiar las injusticias y la élite tratará de impedírselo.

Esta serie quizás llegó tarde. Sus historias eran más propias de finales de los 70 o principios de los 80, como las mencionadas, y estaban quizás muy vistas. En aquellos años gustaba más la tecnología de truenos azules, coches fantásticos y halcones callejeros, las familias desestructuradas y más picante en las relaciones personales. Se llevaba más el individualismo de los protagonistas. Con todo, tiene su cierto encanto, aunque resulte algo obsoleta, quizás por esa nostalgia de productos alejados de doctrinas enfermizas y cupos absurdos que asolan el cine y televisión de ahora.