Como si se tratase del Neorrealismo italiano o de un film del Dogma del pedante de Von Trier, bajo un aspecto estrafalario de personajes, El asombroso mundo de Gumball, aunque recuerde a los Simpson en su planteamiento y descripción familiar, es una magnífica reflexión sobre el triunfo y el fracaso en la sociedad americana y específicamente en su clase media-baja, tan afectada por la crisis actual. El marido es un ser infantil y parado de larga duración con muy poco seso, mientras quién mantiene a la familia es la madre, trabajadora no cualificada, que viven en una casa unifamiliar de cualquier suburbio de una ciudad del mediocentro estadounidense. Las aventuras de los hijos transitan entre el Instituto y sus compañeros, el centro comercial, los vecinos y el trabajo. Buenos guiones, autopsia descarnada de una sociedad víctima de la globalización y la tecnificación, divertidas historias y magníficos y patéticos personajes, El Asombroso mundo de Gumball es una serie a descubrir y disfrutar.