Segundo arco argumental, de siete episodios, de un Doctor Who que en 1963, distaba mucho del comportamiento y personalidad que adquiriría con el tiempo y los episodios. Junto a su sobrina insoportable y a dos carabinas para evitar sospechas de estupro, este Doctor Who no le importa encabezar una revuelta con posibles víctimas para obtener una pieza necesaria para su TARDIS, conceptos contrarios a los vistos en las encarnaciones posteriores del Doctor. Aparecen por primera vez los Daleks, con su ventosa y su batidora como arma, entrañables, con su frase favorita "exterminar" que tantos amigos logra en el universo whoviano. Con un argumento que se estira más que un chicle, unos diálogos en ocasiones sonrojantes y pedantes, resulta de interés por cuanto empieza a atisbarse el increíble mundo del Doctor. Solo para fans incondicionales.