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España España · Pamplona
Voto de Meroe:
4
Comedia Arthur es un joven que lleva una vida demasiado superficial y alocada (demasiadas fiestas, mujeres y alcohol), pero no tendrá más remedio que cambiar si quiere recibir una impresionante herencia. El único requisito para no perderla es que tendrá que casarse. A partir de entonces inicia un extraño periplo para encontrar a la mujer de sus sueños. ¿Podrá abandonar la vida que llevaba antes o la podrá amoldar a su nueva vida de futuro marido? (FILMAFFINITY) [+]
12 de mayo de 2011
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada vez que veo un remake siempre me surgen dudas a la hora de ponerle nota, porque una es honrada y considero que hay que darle al Cesar lo que es del Cesar. Del mismo modo que por muy bonita que me haya parecido la susodicha, si resulta ser un "copia-pega" de la original, sin ningún elemento fresco u original, la puntuación bajará. Creo que es justo.

Pero, ¿qué ocurre cuando hacen un remake de una película que ya de por sí se balancea entre "mediocre" y "mala"? Obviamente que el nuevo resultado va a ser como máximo "pasable", si es que llega. Pues bien, "Arthur, el soltero de oro (remake)" no solo no llega a esa meta, sino que sufre una abochornante caída de la que no se levanta en todo lo que dura el metraje.

La original era una inofensiva comedia protagonizada por el ya desaparecido Dudley Moore que, sorprendentemente, consiguió un inesperado éxito de taquilla. Dudley Moore conquistó el corazón de los amantes de la comedia tradicional con esa película, en la que interpreta el personaje de un multimillonario a quien la vida le prepara una curiosa encerrona: elegir entre su dinero o el amor de su vida. La película se llevó dos Oscars al mejor actor secundario y a la mejor canción, sin contar el Globo de Oro a la mejor comedia de 1981.

Pero eso fue hace 30 años.

Hoy en día una película de tales aptitudes (aun siendo remake) no consigue más que arrancarnos alguna que otra sonrisa condescendiente, sobre todo por la maravillosa Helen Mirren. Por muy notable éxito que cosechara en su día, esta comedia ha envejecido bastante mal con el tiempo. La historia de Arthur (Russell Brand), rico heredero que debe casarse con la mujer a la que no ama (Jennifer Garner) para conservar su fortuna, y Linda (Greta Gerwig), chica pobretona de la que terminará enamorándose el protagonista, ha sido demasiado sobada durante esos 30 años, por lo que el espectador sabe de antemano cuál va a ser el final de la película.

A pesar de que la película intenta, vagamente, tener una brisa fresca, lo cierto es que cae en la mayor de la banalidades. No hay deseo de interiorizar en el drama del protagonista alcohólico, no hay voluntad de plantear un mensaje de ningún tipo, lo que provoca en el espectador una ilusión de retroceso en el tiempo. 30 años exactamente.

En resumen: Una película ideal para la sobremesa del sabado o domingo, pues con la misma facilidad que se vé, se olvida.
Meroe
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