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Voto de Meroe:
6
3 de marzo de 2011
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya lo manifestó Woody Allen en "Melinda y Melinda": La vida puede ser una comedia o una tragedia según se mire. Pues bien, John Landis hace honor a esta frase contándo una historia verídica que ocurrió en la Escocia de 1828, donde William Burke y William Hare, dos inmigantes irlandeses, se dedicaron a ganarse la vida matando a gente y vendiendo sus cadaveres a un prestigioso colegio de medicos para abastecer de materia prima a un doctor especialista en anatomía. Eso si, transcurriendo todo en un prisma humorístico que convierte a esta simpatíca película en una "comedia negra".
Me ha gustado esta película porque es divertida y se resiste a caer en las obviedades y clichés de muchas otras comedias que se encuentran en cartelera semana si y semana también. Como un soplo de aire fresco a la monotonía, con ese pícaro aroma inglés que caracteriza a todas las películas de ese país.
Buenas interpretaciones que, exceptuando a Isla Fisher, no caen en la exageración. Al frente de unos fantásticos secundarios (Tim Curry,Tom Wilkinson y John Cleese) se encuentran unos acertados Simon Pegg y Andy Serkis, que ha demostrado de sobra ser un notable intérprete (nominado al Bafta este año) llamado a hacer mayores cosas que ser digitalizado en diversas criaturas como King Kong y el famosísimo Gollum, al que por cierto volverá a dotar de vida en "El Hobbit".
En resumen: sin ser una maravilla es un entretenimiento ameno, simpático y por momentos divertido, que consigue que salgas de la sala con una sensación agradable y un buen sabor de boca.
Me ha gustado esta película porque es divertida y se resiste a caer en las obviedades y clichés de muchas otras comedias que se encuentran en cartelera semana si y semana también. Como un soplo de aire fresco a la monotonía, con ese pícaro aroma inglés que caracteriza a todas las películas de ese país.
Buenas interpretaciones que, exceptuando a Isla Fisher, no caen en la exageración. Al frente de unos fantásticos secundarios (Tim Curry,Tom Wilkinson y John Cleese) se encuentran unos acertados Simon Pegg y Andy Serkis, que ha demostrado de sobra ser un notable intérprete (nominado al Bafta este año) llamado a hacer mayores cosas que ser digitalizado en diversas criaturas como King Kong y el famosísimo Gollum, al que por cierto volverá a dotar de vida en "El Hobbit".
En resumen: sin ser una maravilla es un entretenimiento ameno, simpático y por momentos divertido, que consigue que salgas de la sala con una sensación agradable y un buen sabor de boca.