Segundo episodio de Fear Itself, un considerable subidón cualitativo con respecto al horrible "The Sacrifice". Aquí tenemos una historia típica, la de un policía con unos métodos bastante duros que se carga "sin querer" a un asesino, lo que le cuesta la placa. A posteriori se pone a trabajar como detectiva privado, y 15 años después recibe la llamada de una tía que le encarga una cosa: debe ir a una casa y observar a su marido, puesto que al parecer tiene una aventura.

Punto de partida normalillo, que cambia por algo bastante más interesante a medida progresa el episodio. La interpretación de Eric Robers no está mal, pero todo lo demás fracasa estrepitosamente. La historia, bastante bien llevada por Anderson (nada que ver con el terrible Sounds Like de Masters of Horror), tiene momentos muy destacados mezclados con auténtico sopor, hasta que finalmente da un giro y todo se convierte en una suerte de capítulo extendido de Pesadillas de R.L. Stine. Lástima, porque podría haber sido mucho mejor, ya que potencial le sobra. De todas formas, de lo mejor de esta terrible serie, con un ambiente onírico razonablemente logrado.