Lauren Montgomery es una de las pocas directoras del cine reciente que sabe rodar escenas de acción. Kathryn Bigelow emplea su cámara nerviosa y su entereza en películas como Point Break o The Hurt Locker; Lauren se refugia en sus lápices, transmite a su equipo de animadores las órdenes necesarias para hacer de cada batalla algo memorable, como si fuese la última. Crea un clímax. En "Superman/Batman: Apocalipsis" sucede una vez en todo el metraje. El resto del mismo está ejecutado tan, tan torpemente, que se hace difícil imaginar que realmente detrás del film se encuentre la responsable de películas tan disfrutables como Wonder Woman.

Con un guión de Tab Murphy repleto de cortes de ritmo, en los que es imposible llegar al final de la secuencia satisfactoriamente hasta que empieza la siguiente, el mayor problema de la nueva película animada de DC y Warner es que todos los personajes están terriblemente construidos. Generalmente si pones en el mismo plano a Superman y Batman ya se presupone cierto carisma. Aquí, lo contrario. Cada uno está completamente desdibujado, algo que clama el cielo en el caso del guardián de Gotham, que simplemente da vergüenza ajena. Unos meses antes del lanzamiento del presente film, llegó al mercado "Batman: Under the Red Hood". Una película adulta, madura, un cruce imperfecto pero estimable entre la animación tradicional del estudio y la reimaginación del personaje llevada a cabo por Christopher Nolan, sazonada con cierto aire a la fantástica serie de animación creada por Bruce W. Timm y más en concreto, a la película surgida de ésta, "La máscara del fantasma".

Todo lo que se avanzó con la fantástica "Batman: Under the Red Hood" era un espejismo. Montgomery no es capaz de levantar este guión en el que pobremente se introduce a Supergirl y se utiliza de forma ridícula a personajes como Doomsday. Toda la fuerza de los films anteriores de la realizadora no aparecen por ninguna parte, si bien se mantiene uno de sus temas habituales: la fuerza de la mujer y su independencia de la figura masculina. Al final, el único destello de su habilidad es una sobresaliente secuencia de acción en el tercer acto del film. Pero con eso no sirve, falta mucho más.

DC y Warner Bros deberían seleccionar mejor qué cómics adaptar y darles sus proyectos a quienes puedan llevarlos a cabo con entereza. Lo que no se puede hacer (bueno, sí, se está haciendo) es lanzar cada año una película extra y que la calidad se vaya resintiendo en paralelo al aumento de producción. Las "DC Universe Animated Original Movies" se iniciaron en 2007 con la fantástica "Superman Doomsday", y siguieron con dos, tres y cuatro filmes en 2008, 2009 y 2010 respectivamente. Que sólo dos de las nueve (a falta de ver "Superman/Shazam!") sean realmente buenas, da que pensar. Otra oportunidad perdida, aunque sus ventas generarán otra secuela sin mayor problema.