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Voto de Caith_Sith:
6
Ciencia ficción. Drama Qohen Leth es un excéntrico genio de los ordenadores que vive en un mundo corporativo controlado por una oscura figura llamada "Dirección". Recluido en el interior de una capilla en ruinas, Qohen trabaja en la solución a un extraño teorema, un proyecto que podría descubrir la verdad sobre su alma y el significado de la existencia (o la falta del mismo) de una vez por todas. (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2013
51 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terry Gilliam siempre será el hombre que dirigió "Brazil", una de las mejores películas de ciencia ficción que se han concebido. Si además sumamos a sus méritos (por y para el cine de género) joyas como "Doce monos" (quizá el remake más improbable de la historia del cine, por el modelo en el que se basa), o inclasificables rarezas como "El imaginario del Doctor Parnassus", "Miedo y asco en Las Vegas" o "Tideland", daremos cuenta de que estamos ante un creador único -y necesario- que acomete cada una de sus obras con una mirada puramente personal, con la libertad por bandera llevada hasta sus últimas consecuencias. "The Zero Theorem" no es diferente: el propio Gilliam explicaba durante su presentación en el Festival de Sitges cómo ha sido el trabajo para el que menos vueltas ha dado a la hora de escribir el guión y dar tiempo a la preproducción, buscando trabajar desde el instinto. Vista la película se nota, a veces para bien, otras no tanto.

Lo que se nos cuenta no es nuevo en el "canon" de Gilliam, básicamente podríamos considerarla una versión 2.0. de Brazil a la hora de gestionar un mundo que ha reemplazado el trabajo en celdas por la presión que ejercen sobre la población la publicidad y los contenidos sociales. Ambientada en "el ahora", según su director, con carteles publicitarios intrusivos, pantallas de plasma y ordenadores, relaciones erráticas y otros conceptos llevados al límite, seguimos a su protagonista, un hombre apagado, un trabajador modélico en su condición de oveja líder del rebaño que ansía recibir 'la llamada' que le cambie la vida, o que le de a ésta un sentido.

El planteamiento es interesante, pero queda la sensación de que esta vez Gilliam no es capaz de sacarle todo el partido. La culpa no es tanto suya como del guión de Pat Rushin, algo superficial, que presenta una serie de ideas y luego las olvida por el camino, con una distancia irónica no tan bien medida como podría. Quizá también es que llega tarde, y es que en un mundo "post-Black Mirror" casi es inconcebible una película que pasa tan por encima de aquello que pretende abordar. Pero en el fondo, seguimos estando ante una película de Terry Gilliam con todo lo bueno (o malo, para quien no le guste) que esto conlleva: personajes muy pasados de vueltas (maravillosa Mélanie Thierry, por cierto) y una imaginería visual que, cuando se mantiene fiel a la mano de su creador y no cae en la paleta de un Jeunet de saldo, deja momentos muy notables.

No es el mejor Terry Gilliam, pero tampoco el peor. Cine estimable, irregular pero con cosas a las que agarrarse -sobre todo- si se es seguidor del realizador que desde "Storytime" lleva trabajando un estilo muy particular y que, esperemos, pueda seguir desarrollando muchos años.
Caith_Sith
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