Calificar a Masaaki Yuasa de promesa del cine de animación sería ridículo, si tenemos en cuenta que pese a poseer sólo un largometraje ("Mind Game", de una energía desbordante), es el autor de varias series que se encuentran entre lo más estimulante del último anime producido en lo que va de siglo. Sin embargo y pese a estos honores, ha tenido que recurrir a Kickstarter para financiar su último trabajo, "Kick-Heart", un cortometraje de doce minutos que trata de forma primaria sobre el amor imposible representado como una batalla estrafalaria sobre un ring de lucha libre.

La forma y el fondo son todo para Yuasa, que es capaz de conjugar imágenes alocadas sin que el significado desaparezca por el camino. Y es que aunque no podemos hablar de una obra que busque tocarse con lo intelectual, pues estamos más bien ante un desprejuiciado ejercicio que permite extremar los límites del medio (animado) hasta difuminar sus barreras, sería poco razonable desestimarlo por aceptar modestamente el hacia dónde quiere llegar. Dicho lo cual, es una pena que (aparentemente) los grandes estudios no tengan capital para producir trabajos de esta índole (hace unos años los recopilatorios "Genius Party" nacieron de un concepto similar) y que autores como Yuasa se vean obligados a recurrir al dinero público para defender su punto de vista.

"Kick-Heart" podría ser mejor a nivel de guión, de ideas, parte de una base conceptual buena pero sencilla, pero se las ingenia para hacer pasar un rato agradable a aquel que decide dejarse atrapar por su locura. Si os gusta Bill Plympton encontraréis aquí un discípulo -con los rasgos que se le exigen al anime, eso sí- de entidad. Merece la pena verlo.