"REC" nos pilló a todos por sorpresa en 2007, funcionando a muchos niveles como una película de terror con algún contenido social leido entre líneas y un mérito inquietante: conseguir presentar a unos personajes creibles. En el cine de terror esto es tarea imposible y en una cinta de zombis de 80 minutos, más aún. Su mérito fue saber reducir la escala, el escenario, limitando toda la acción a un mismo edificio y algunos de sus pisos, además de ese costumbrismo tan castizo que hacía el film algo muy local, pero al mismo tiempo exportable. Tanto fue así que generó un remake en Estados Unidos, y en España se convirtió en franquicia, de forma desigual. "REC 2" era muy mala, explotando a todo trapo las virtudes de la primera y llevándola a un terreno esotérico que no funcionaba, mientras que "REC 3 Génesis" hacía las cosas mejor: jugueteaba con el formato, con los códigos de la franquicia y añadía pizcas de humor. Era otra cosa, pero funcionaba como un tiro, siendo divertida cuando debía y algo aterradora de forma aislada. Y entonces llegamos a "REC 4", el final de la saga. O no, quién sabe. Cualitativamente desde luego podría terminar aquí porque es una película infecta, pero quién sabe cómo le irá a nivel económico.

"REC 4" supone el regreso de Jaume Balagueró a la franquicia tras recaer la tercera parte en Paco Plaza y lamentablemente se salda de la peor forma posible. Lo que debería haber aportado, oscuridad, terror, buen pulso cinematográfico (el que tenía en su "Mientras duermes", por ejemplo) aquí está ausente. Esta cuarta entrega potencia algo, sí, y es la acción y el desvarío. Se han olvidado de lo que hizo grande a la primera entrega y han facturado una especie de blockbuster infame que no se sostiene por ninguna parte y que en el microcosmos del cine de zombis ni siquiera se destaca más allá de una factura técnica solvente: de los personajes ni voy a hablar, aunque darían para tesis, pero es que el texto -como pasaba con "REC 2"- es un despropósito a todos los efectos: agujeros de guión tamaño XXL, olvido de la mitología original de la serie en favor del espectáculo más barato, y una épica de andar por casa apoyada en una música atronadora que remite a lo peor del cine de Hollywood imaginable. A su lado, "Lo imposible" de Bayona es cine contenido y sutil.

La productora de cine The Asylum se dedica a copiar ideas de películas de éxito y sacar productos de bajo coste basados en estas licencias multimillonarias. "REC 4" parece más una película de su catálogo que una continuación oficial de una saga que había mantenido una evolución irregular pero que contenía elementos de interés en muchas de sus partes. Aquí tenemos un mal combo de la saga cinematográfica de "Resident Evil" (si aquella os parece mala, "REC 4" os va a dejar locos), "Titanic 2", el cine de zombis de escenario único ("REC", "Siege of the Dead", "Amanecer de los muertos") y la acción más absurda posible, con guiños a "Braindead", incluso. Al final queda una cosa amorfa, completamente insalvable, y es una lástima porque servidor tenía algo de esperanza en este cierre de la saga y la capacidad de Balagueró para crear algo a un nivel estimable. Todo lo contrario: no hay por dónde cogerla. Qué desastre.