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colaborador
Voto de Caith_Sith:
164
Terror. Ciencia ficción
El creador de videojuegos Clayton Software recluta a un variado repertorio de genios de la programación para crear el juego de lucha más terrorífico: Evilution. El equipo, que dispone de cuatro semanas para poner el producto en el mercado y se juega una prima de un millón de dólares, decide utilizar un modelo telemétrico para representar la versión tridimensional del jugador en pantalla. (FILMAFFINITY)
23 de junio de 2006
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Cómo fabricar un monstruo" es una clara muestra del nivel de ignorancia y mal gusto que tienen algunas películas americanas. No sólo resulta un despropósito por si misma, sino que además se toma en serio, lo que la hace aún peor. El argumento promete: Un grupo de desarrollo tiene un tiempo límite para terminar un videojuego por el cual les ofrecen un pastón. Pero el monstruo del juego se revela, y se los carga.
Bien, partiendo de esta base nos encontramos con un torpe guión que comienza mal y acaba peor. Para el juego se reclutan a tres frikis: Un enano con granos, un negro loco y un tío de dos metros súper-violento. Es decir, ya empieza englobando a los desarrolladores de videojuegos como cerdos, convictos, frikis, matones... genial.
Clea DuVall resta carisma incluso al trío de desarrolladores, y lo hace con una deplorable “interpretación” donde demuestra que no tiene ni idea de actuar. Para colmo, hay desnudos donde los tres desarrolladores se tocan mirando a una tía horrible metida en un traje de cuero, con las tetas al aire y otras cosas que dejaremos para la imaginación. Ya sabéis, los desarrolladores de juegos también son unos salidos.
La cosa no acaba ahí, y es que los efectos especiales son de lo peor que he visto nunca en una cinta del género. La recreación del monstruo es lamentable, más ortopédico imposible, con mal gusto a la hora de diseñarlo, incluso. Terror... nunca. Sólo por cómo pueda reaccionar Clea ante unas presumibles frases dramáticas, ya que no deja de meter la pata la pobrecita.
¿Qué nos queda? Bueno, la historia da un giro busco medio minuto antes de acabar, como dando pie a una segunda parte que por suerte no se rodó. Acaba peor que empieza, de hecho. Recomendable si juegas habitualmente a videojuegos, tienes unos cuantos colegas y les odias, o quieres arrancarle unas risas mientras les sangran los ojos.
La película es mala, odiosa, y la idea era buena, pues como ejemplo tenemos la entretenidísima "Stay Alive", de próximo estreno en España. Menos mal que "Cómo fabricar un monstruo" es poco conocida... no se puede odiar tanto a alguien como para recomendársela.
Bien, partiendo de esta base nos encontramos con un torpe guión que comienza mal y acaba peor. Para el juego se reclutan a tres frikis: Un enano con granos, un negro loco y un tío de dos metros súper-violento. Es decir, ya empieza englobando a los desarrolladores de videojuegos como cerdos, convictos, frikis, matones... genial.
Clea DuVall resta carisma incluso al trío de desarrolladores, y lo hace con una deplorable “interpretación” donde demuestra que no tiene ni idea de actuar. Para colmo, hay desnudos donde los tres desarrolladores se tocan mirando a una tía horrible metida en un traje de cuero, con las tetas al aire y otras cosas que dejaremos para la imaginación. Ya sabéis, los desarrolladores de juegos también son unos salidos.
La cosa no acaba ahí, y es que los efectos especiales son de lo peor que he visto nunca en una cinta del género. La recreación del monstruo es lamentable, más ortopédico imposible, con mal gusto a la hora de diseñarlo, incluso. Terror... nunca. Sólo por cómo pueda reaccionar Clea ante unas presumibles frases dramáticas, ya que no deja de meter la pata la pobrecita.
¿Qué nos queda? Bueno, la historia da un giro busco medio minuto antes de acabar, como dando pie a una segunda parte que por suerte no se rodó. Acaba peor que empieza, de hecho. Recomendable si juegas habitualmente a videojuegos, tienes unos cuantos colegas y les odias, o quieres arrancarle unas risas mientras les sangran los ojos.
La película es mala, odiosa, y la idea era buena, pues como ejemplo tenemos la entretenidísima "Stay Alive", de próximo estreno en España. Menos mal que "Cómo fabricar un monstruo" es poco conocida... no se puede odiar tanto a alguien como para recomendársela.
