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Voto de Estepario:
8
Drama Olivier (Olivier Gourmet) es un carpintero belga dedicado a enseñar su oficio a adolescentes conflictivos. Un buen día aparece en su clase Francis (Morgan Marinne), un chico recién salido del reformatorio donde ha cumplido cinco años de condena por homicidio. Entre los dos surgirá una relación marcada por el respeto, la distancia y, sobre todo, por un terrible secreto que comparten sin saberlo. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los hermanos Dardenne no crearon una historia y la filmaron. No hay un inicio, un desarrollo y un fin. Su film es la piel de la realidad. La cámara simplemente muestra; no habla, no describe, no narra; no se desarrolla. Simplemente muestra. Tal como cuando uno sale a la calle y contempla la vida. Esta vez, se nos permite adentrarnos en una de ellas.

El conjunto: más escalofríos que un 'Thriller' de pochoclo en la cartelera del domingo. No hay música, no hay diálogos forzados, no hay momentos 'Kodak'; las imágenes simplemente se funden en un gran documental visual. Un documental que es relatado por los sentimientos del padre, Oliver. Los sentimientos, incapaces de explicarse (ni para él, ni para nosotros), pero que corresponden al instinto más humano posible: la búsqueda inextricable de un por qué.

Y nosotros los sentimos. Somos el padre. Somos Oliver. No lo miramos a él, miramos a través de él. Sus emociones, sus visiones, sus miedos, sus incertezas; todo se conjunta con las nuestras. La cámara, brillantemente, se posa sobre su hombro: nos muestra su esencia. Hasta sus abdominales los sentimos.

Oliver y Francis. Nos dejaron ver una fracción de ellos. Ya es suficiente. La vida sigue, pero no es necesario contarlo. Lo dicho, dicho está: los créditos aparecen. Y yo con piel de gallina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Estepario
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