Media votos
6,5
Votos
361
Críticas
103
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ehavled Jef:
8
6,3
2.821
Drama. Comedia
Paul consigue introducirse hábilmente en el mundo de los marchantes de arte neoyorquinos Ouisa y Flan Kittredge, diciendo ser el hijo de Sidney Poitier. Pero, antes de que empiece a desentrañarse quién es Paul, éste aporta a sus anfitriones mucho más que una simple anécdota para contar en sus fiestas: desencadena una serie de acontecimientos que alterará el curso de sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)
2 de agosto de 2009
36 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable película por el guión en sí, por la filmación tan buena que hace Fred Schepisi y sobre todo por el papelazo de protagonista principal que encarna la inolvidable Stockard Channing (aquella que jamás olvidaremos por su entrañable papel y canciones de Betty Rizzo en la película, "Grease (Brillantina)", dirigida por Randal Kleiser, USA 1978).
Pues bien, Stockard Channing, aquí en "Seis grados de separación", demuestra que merecía un buen primer papel de calidad, pues sin lugar a dudas lo borda junto a Donald Sutherland. Cierto que Stockard Charnning ha tenido otras películas donde le han dado la oportunidad de lucirse en papeles de protagonista principal, por ejemplo en la reciente "Sparkle", de Tom Hunsinger & Neil Hunter, GB 2007; sin embargo en esta película británica el guión y el papel no resultan atractivos y en cambio en "Seis grados de separación", todo brilla para hacer asimismo brillar, como la estrella que es, a la Channing, tanto que fue nominada al Oscar de ese año aunque no logró que se lo dieran finalmente.
Resumiendo el inicio de la trama: un joven negro se presenta herido en la casa de un rico matrimonio de Nueva York, diciendo que es hijo del gran actor Sidney Poitier, también compañero de sus hijos estudiantes en la Universidad de Haward y camelándolos hasta el tuétano con su excelente oratoria y capacidad de cautivar por medio de las palabras. Pero, ¿todo ese esfuerzo de engaño para qué?, pues cuando es descubierto resulta que no les ha robado nada. Entonces la pareja matrimonial queda tan intrigada del motivo que le movió al extraño a adoptar una identidad falsa e introducirse en sus vidas, que a partir de ahí toda la película será un ir desvelando la madeja enrolladísima que resulta la vida de ese muchacho de tan hábil labia.
Filme muy recomendable para los aprendices a políticos, a vender turrones o mantas en las ferias o simplemente a hipnotizar por medio de la palabrería a cualquier tipo de oyentes, pues con su despliegue argumentativo, ya intelectual ya religioso ya del tipo que sea, y su tono convincente logran en los oyentes la sensación de que están ante un revelador de la VERDAD (en cualquiera de sus campos); luego suele venir el desengaño.
Dos perlas filosóficas del guión:
+ Noy hay peor cobardía que tener miedo de uno mismo.
+ Cada ser humano es una nueva puerta abriéndose hacia otros mundos.
Pues bien, Stockard Channing, aquí en "Seis grados de separación", demuestra que merecía un buen primer papel de calidad, pues sin lugar a dudas lo borda junto a Donald Sutherland. Cierto que Stockard Charnning ha tenido otras películas donde le han dado la oportunidad de lucirse en papeles de protagonista principal, por ejemplo en la reciente "Sparkle", de Tom Hunsinger & Neil Hunter, GB 2007; sin embargo en esta película británica el guión y el papel no resultan atractivos y en cambio en "Seis grados de separación", todo brilla para hacer asimismo brillar, como la estrella que es, a la Channing, tanto que fue nominada al Oscar de ese año aunque no logró que se lo dieran finalmente.
Resumiendo el inicio de la trama: un joven negro se presenta herido en la casa de un rico matrimonio de Nueva York, diciendo que es hijo del gran actor Sidney Poitier, también compañero de sus hijos estudiantes en la Universidad de Haward y camelándolos hasta el tuétano con su excelente oratoria y capacidad de cautivar por medio de las palabras. Pero, ¿todo ese esfuerzo de engaño para qué?, pues cuando es descubierto resulta que no les ha robado nada. Entonces la pareja matrimonial queda tan intrigada del motivo que le movió al extraño a adoptar una identidad falsa e introducirse en sus vidas, que a partir de ahí toda la película será un ir desvelando la madeja enrolladísima que resulta la vida de ese muchacho de tan hábil labia.
Filme muy recomendable para los aprendices a políticos, a vender turrones o mantas en las ferias o simplemente a hipnotizar por medio de la palabrería a cualquier tipo de oyentes, pues con su despliegue argumentativo, ya intelectual ya religioso ya del tipo que sea, y su tono convincente logran en los oyentes la sensación de que están ante un revelador de la VERDAD (en cualquiera de sus campos); luego suele venir el desengaño.
Dos perlas filosóficas del guión:
+ Noy hay peor cobardía que tener miedo de uno mismo.
+ Cada ser humano es una nueva puerta abriéndose hacia otros mundos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
"Seis grados de separación" es una teoría que intenta probar el dicho de que "el mundo es un pañuelo". La teoría fue inicialmente propuesta en 1929 por el escritor húngaro Frigyes Karinthy. El concepto está basado en la idea de que el número de conocidos crece exponencialmente con el número de enlaces en la cadena, y sólo un pequeño número de enlaces son necesarios para que el conjunto de conocidos se convierta en la población humana entera; es decir, asegura que es posible acceder a cualquier persona del planeta en tan solo seis “saltos”.
Según esta Teoría, cada persona conoce de media, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo o escuela, a unas 100 personas. Si cada uno de esos amigos o conocidos cercanos se relaciona con otras 100 personas, cualquier individuo puede pasar un recado a 10.000 personas más tan solo pidiendo a un amigo que pase el mensaje a sus amigos.
Estos 10.000 individuos serían contactos de segundo nivel, que un individuo no conoce pero que puede conocer fácilmente pidiendo a sus amigos y familiares que se los presenten, y a los que se suele recurrir para ocupar un puesto de trabajo o realizar una compra.
Este argumento supone que los 100 amigos de cada persona no son amigos comunes. En la práctica, esto significa que el número de contactos de segundo nivel será sustancialmente menor a 10.000 debido a que es muy usual tener amigos comunes en las redes sociales.
Si esos 10.000 conocen a otros 100, la red ya se ampliaría a 1.000.000 de personas conectadas en un tercer nivel, a 100.000.000 en un cuarto nivel, a 10.000.000.000 en un quinto nivel y a 1.000.000.000.000 en un sexto nivel.
En definitiva, sólo seis pasos o círculos de contactos humanos nos separan de conectar con cualquier individuo del planeta.
Según esta Teoría, cada persona conoce de media, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo o escuela, a unas 100 personas. Si cada uno de esos amigos o conocidos cercanos se relaciona con otras 100 personas, cualquier individuo puede pasar un recado a 10.000 personas más tan solo pidiendo a un amigo que pase el mensaje a sus amigos.
Estos 10.000 individuos serían contactos de segundo nivel, que un individuo no conoce pero que puede conocer fácilmente pidiendo a sus amigos y familiares que se los presenten, y a los que se suele recurrir para ocupar un puesto de trabajo o realizar una compra.
Este argumento supone que los 100 amigos de cada persona no son amigos comunes. En la práctica, esto significa que el número de contactos de segundo nivel será sustancialmente menor a 10.000 debido a que es muy usual tener amigos comunes en las redes sociales.
Si esos 10.000 conocen a otros 100, la red ya se ampliaría a 1.000.000 de personas conectadas en un tercer nivel, a 100.000.000 en un cuarto nivel, a 10.000.000.000 en un quinto nivel y a 1.000.000.000.000 en un sexto nivel.
En definitiva, sólo seis pasos o círculos de contactos humanos nos separan de conectar con cualquier individuo del planeta.