Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Ángel Lobato:
2
Thriller. Acción La historia trata de un asesino a sueldo llamado John Baron que tiene como encargo asesinar al Presidente de los Estados Unidos. Para ello John y su banda secuestran a una familia modesta de un pueblo, escogiendo su casa como el lugar perfecto para efectuar el disparo certero que termine con la vida del presidente. Remake de la película homónima de 1954 dirigida por Lewis Allen y protagonizada por Frank Sinatra. (FILMAFFINITY)
18 de julio de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desastroso e innecesario -como casi siempre- remake del thriller de Lewis Allen "De repente" (Suddenly, 1954), que sin ser ninguna maravilla sí nos ofrecía una buena muestra de cine negro estadounidense de serie B con unos actores solventes y un guion hilvanado. Amén de mantener la tensión en el espectador durante todo su metraje.

En este "Objetivo: presidente", ocurre todo lo contrario:

El guion es catastrófico, dejando cabos sueltos, de manera impune, hasta la desesperación.

Las actuaciones resultan deleznables, sobre todo la de Ray Liotta, que nos otorga, con insufrible desgana, su taciturna personalidad (la del personaje; la suya la ignoro) con el único registro que conoce este mal actor y de manera patética y falaz. Y los demás acompañantes (también sus respectivos personajes) son, así mismo, deplorables.

El ritmo nos abruma con su plana cadencia y la acción -algo que se necesita, sí o sí, en este tipo de películas- es inexistente.

Abundan -son una plaga- las ridículas, inconcebibles y absurdas escenas, impropias de cualquier cineasta con un mínimo de cordura, que remueven las tolerantes conciencias de los que las miran aturdidos.

Muchos de los personajes sobran -lo peor que puede suceder en cualquier película que se precie de tal- en la trama. Pero es que esta no tiene desarrollo: es inmutable.

Y lo más siniestro de todo: una soterrada ideología, bastante reaccionaria, se lanza, como quien no quiere la cosa, a la inteligencia del asombrado público asistente. Deleznable en todo punto.

En fin... Aburrimiento y estrepitoso mal hacer en este film de Uwe Boll que, en verdad, produce escalofríos de irritación. La califico con un 2 porque de vez en cuando se nos invita a contemplar amenazantes -y preciosas- montañas (lo único destacable y certero en este engendro) que anuncian -en teoría- que algo turbio va a suceder en la historia. Pero esta -si es que ocurrió- concluye y no hubo nada.
Luis Ángel Lobato
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow