Una adolescente con desequilibrio mental, a causa del trágico fallecimiento de sus padres y de la vida en soledad, tratará, obsesionada, de conseguir el amor de su ídolo infantil, ahora profesor de fútbol del instituto, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

Estamos ante un thriller psicológico televisivo, lleno de lugares y de contenidos comunes a los de otros productos similares, en el que se nos coloca un argumento muy rutinario, un ritmo narrativo prácticamente plano y, claro está, con un guion sin elaborar.

En el ámbito artístico, los personajes, encarnados por poco inspirados intérpretes, son estereotipos sin evolucionar, típico de estas cintas de intriga realizadas para la televisión. Y en cuanto a su calidad técnica y de estilo, el film carece de la suficiente altura de miras para considerarlo aceptable o de regular interés.

Nos encontramos, pues, ante una película predecible, vacía de suspense y de inquietud, que solo sirve para pasar distraídos un rato y, al momento, olvidarnos de ella con toda facilidad.