Entre las últimas comedias llegadas, para mi no alcanza el aprobado. Primero porque la premisa de la que parte no es nada creíble. Ocho años como actor en una serie sobre abogados, titulada Grinder, llevan a creer al actor que lo interpretó, que puede ser abogado. Consigue convencer a su hermano de que le deje trabajar en su bufete. En fin, bastante absurdo, y más cuando el guión no acompaña y apenas es capaz de provocar alguna sonrisita aislada.
La relación entre los hermanos, es un plagio de "Dos hombres y medio" pero sin el carisma de los personajes, ni la química entre los actores.
La idea de un actor de serie que no sabe cómo continuar su vida tras finalizar una serie de tv, es otra copia de la serie de animación "Bojack Horseman" pero sin el humor despiadado de ésta.
La resolución de los casos no son nada creíbles.
Las actuaciones muy pobres, sólo Rob Lowe alcanza el aprobado raspado.
Lo mejor son las actuaciones de los actores invitados, que parecen pasárselo pipa en el rodaje.

En conclusión, fracasa como comedia. Totalmente prescindible.