En 2013 se estrenó con gran fracaso de taquilla y peores críticas una película basada en los mismos libros, y protagonizada por Lilly Collins. La idea de hacer una trilogía de películas quedó enseguida descartado por el batacazo en taquilla, y ahora se les ocurre trasladar los libros a una serie, con peores actores, menor presupuesto para el diseño de los efectos especiales y unos diálogos de besugos.
No sé si cuando producen series para jóvenes, el productor y guionista, piensan que todos los jóvenes somos tontos. Primero eligiendo en el casting a actores guapos pero con nulo talento interpretativo, y segundo con un guión sobado hasta la arcada y unos personajes estereotipados que recitan unas frases que no se creen ni ellos.

De las 4 series juveniles que llegan ahora en enero de 2016, esta es la peor con mucha diferencia. Si al menos las peleas a espadas fueran chulas, tendría algo que justificara que la viéramos, pero es que es el más espantoso vacío relleno de cháchara insustancial.