Y me refiero a que, lo que comienza pareciendo ser una visión de las secuelas que dejan las atrocidades de la guerra en la mente de los soldados... comienza a derivar en una especie de venganza justiciera a lo Charles Bronson para... acabar en el mundo de las sectas satánicas. Cuando menos desconcertante. Empiezas a pensar en el dramón de estas personas que han pasado por una experiencia traumática, en cómo afecta eso a sus vidas, en cómo sólo otros compañeros que han compartido experiencias y secuelas pueden realmente comprender por lo que pasan... de repente pasamos a una serie de asesinatos por encargo que, por muy monstruosos que sean los delitos cometidos por sus objetivos, no pueden justificarse... Hacia el final, todo es una psicodelia gratuita y que, desmorona la supuesta complicidad que quizás buscaban para empatizar con un ser abatido y enfermo. Resulta absolutamente ridículo el parche de las últimas secuencias, por no hablar de que parece que de repente, se les ha ocurrido este desenlace ¿de terror? Quizás si se hubiera concluído explicando esto como una paranoia irreal de los protas, hubieran salvado los muebles pero... con la chorrada esa de las sectas demoníacas o lo que sean... se han cargado un planteamiento y un a línea bastante más profunda e interesante que esta tontería que, nada, tiene que ver con la idea que planea sobre la cinta en la primera hora y pico. ¿Improvisación? Pues va a ser que sí o que, realmente los guionistas son así de cafres. Un fiasco.