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Voto de Quatermain80:
8
Romance. Comedia Jerry y Lucy Warriner están a punto de divorciarse y luchan por la custodia de su perro, Mr. Smith. Antes de que el divorcio se haga oficial, Jerry decide volver con Lucy, pero se entera de que ella va a casarse con un hombre que se ha hecho rico gracias al petróleo. Jerry contraataca anunciando su compromiso con la aristocrática Molly Lamont. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2009
40 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia clásica de estilo Screwball, "The awful truth" (me resisto a mencionar el título en castellano, verdaderamente deleznable) de Leo McCarey es un ejemplo del nuevo lenguaje humorístico asumido por el cine estadounidense de los años treinta.

En dicha década, con la generalización del cine sonoro, las antiguas comedias cómicas basadas en gags de gran potencia y creatividad visual, tocaron definitivamente a su fín. Es cierto que algunos de los grandes cómicos (Chaplin entre ellos) se resisitieron a abandonar el método que tan buen resultado les había proporcionado en el pasado, y a pesar de que aún realizaron obras de gran mérito, a lo largo de los treinta se generalizaría un nuevo tipo de comedia, basada en los diálogos ocurrentes, la lucha de sexos y cierta crítica de costumbres (muy ligera, eso sí), todo ello desarrollado en ambientes burgueses o acomodados. No hay que olvidar que aquellos años eran muy duros para la sociedad, en plena Depresión, por lo que las comedias tenderían al optimismo y a la evasión.

Este nuevo estilo encumbró y consagró a nuevos directores (Capra, Cuckor, McCarey, Hawks) y, sobre todo, a nuevos intérpretes, que ahora precisaban, además de expresividad gestual, buenas dotes en los diálogos, así como capacidad de improvisación. El mejor ejemplo de todo ello lo representó Cary Grant, protagonista del presente filme, en el que encarna a un personaje tipo con el que repetirá fortuna en múltiples ocasiones, apoyándose en su magnífica presencia y sus grandes dotes interpretativas.

La película presenta una lucha de sexos en un matrimonio en trance de separación por culpa de un equívoco y los subsiguientes celos. La separación sólo se consumará al término de un periodo concreto, y mientras éste se agota los Warriner discutirán la custodia del perro (genial la secuencia del juzgado) y entablarán sendas relaciones con ánimo de provocarse el uno al otro. El reparto hace una labor magnífica, con el ya citado Cary Grant, a quien da la réplica una no menos maravillosa Irene Dunne (divertidísima en toda la secuencia que protagoniza en casa de la pretendiente de su casi ex marido); los secundarios están a la altura, sobre todo Bellamy, brillante en su creación de un paleto millonario enamorado de Lucy Warriner.

Para McCarey el filme supuso la consagración definitiva, recibiendo el Oscar al mejor director, y consiguiendo así un prestigio que ya por entonces merecía, pues no en vano había sido el máximo propiciador de la asociación entre Stan Laurel y Oliver Hardy, además de director del clásico "Sopa de Ganso", con los hermanos Marx.
Quatermain80
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