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Voto de Quatermain80:
7
Cine negro Después de ser despedido del periódico donde trabaja, Mike Reese se hace socio de un pequeño periódico de provincias en donde intenta poner en práctica los métodos de la prensa de la gran ciudad. Un asesinato en el que está envuelto un magnate de la prensa será la oportunidad perfecta para sus planes. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2012
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
A falta de ver la que según muchos es su mejor película -Sound of Fury- así como un título destacado de su etapa británica -Hell Driver-, mi conocimiento de la obra de Endfield, otro de los exiliados forzosos del cine norteamericano, se limitaba a la irregular versión de "La Isla Misteriosa" y al más logrado y conocido filme de aventuras coloniales titulado "Zulú".

Al parecer fue esta película la primera que le proporcionó cierto renombre, así como una considerable publicidad, si bien esta no fuese buena para el director, como seguidamente veremos. El filme es uno de los primeros en abordar críticamente el mundo del periodismo, su cinismo, hipocresía, y las perversas actitudes a las que puede dar lugar en la ciudadanía cuando esta se deja arrastrar por esos bajos instintos estimulados por la prensa. Así, el título es puramente metafórico, tratando la película de la corrupción, y haciéndola extensible a la gente corriente, aunque en un sentido moral; en efecto, las prácticas corruptas y casi gangsteriles que el filme atribuye a cierta prensa -empeñada en una verdadera cacería mediática contra una inocente- tienen un reflejo éticamente nocivo sobre los ciudadanos, que se suman a esas actitudes persecutorias contra el "enemigo" de turno, en este caso una joven criada.

Pero lo cierto es que a lo largo de la película el director -que colabora también en el guión- desliza frecuentes alusiones, más o menos directas, en referencia a la caza de brujas y las listas negras, por entonces en su apogeo en EE UU (de hecho, ambas expresiones se utilizan literalmente en el filme). Se advierte por tanto una mirada progresista -los estadounidenses dirían liberal- y crítica acerca de una sociedad que sucumbe fácilmente a la manipulación, y que se entrega con igual sencillez a la persecución y la condena. Incluso se aborda el caso de la falsa solidaridad, ejemplificado por esos ciudadanos que inicialmente favorables a la defensa de la acusada, poco a poco irán abandonándola, a medida que vean cuestionada o puesta en riesgo su respetabilidad o forma de vida.

Correctamente realizada, con una apreciable fotografía (que destaca especialmente en una secuencia ambientada en la cárcel) y un hábil guión rico en sugerencias, la película cuenta también con la excelente labor de sus principales intérpretes, sobresaliendo Dan Duryea -habitual villano del cine negro- y Howard Da Silva, que encarna a un peculiar y atractivo jefe del hampa.
Acaba en spoiler, sin revelar detalles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Quatermain80
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