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Voto de Quatermain80:
7
Drama Salva (Antonio Dechent) es un vendedor sevillano en apuros que no sabe cómo solucionar sus problemas. En una feria de ventas conoce a Inés (María Valverde), una bella azafata de congresos a la que pide ayuda. Ambos organizan un plan en el que está implicado Battleworth (Nick Nolte). (FILMAFFINITY)
22 de marzo de 2013
30 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay varios planos y secuencias en esta buena película que me recuerdan a los cuadros de Hopper, a esos personajes de aire triste y desesperanzado que revelan su condición en solitarias habitaciones de hotel y que rememoran sus viejas batallas mientras beben en primera línea de barra.

El personaje que interpreta Dechent es uno de ellos, como también lo son los de Colomé o Nolte; tipos de vuelta de todo, con mucho más pasado que futuro, y que han basado su vida en el éxito comercial, una peculiar adicción que se revela terriblemente destructiva en el momento en el que quienes la sufren empiezan a sentirse apartados. Una nueva generación de jóvenes ambiciosos, engominados y políglotas (hoy algunos los calificarían de emprendedores; a mi se me ocurren otros términos menos amables...) inunda la feria en la que se ambienta la historia, y los viejos dinosaurios tratan de sobrevivir aferrándose a sus recuerdos y experiencias, pero sobre todo, a su más acendrado instinto: vender, vender por encima de todo, saberse aún capaces de lograr un buen pedido, de convencer o embaucar a los demás, eso es lo único que parece quedarles. Y precisamente a eso es a lo que se agarrará Lozano para lograr un último gran éxito, a pesar de los daños colaterales que comporta, materializados en el único personaje femenino, la Inés que encarna eficazmente María Valverde, un personaje de consideable ambigüedad, y más próximo de lo que parece a la mentalidad del resto de personajes. Por su parte, el personaje de Nolte no es sino una copia invertida del de Dechent, como muy hábilmente nos revela la secuencia de su encuentro en el bar, antes de conocerse, y un plano solitario en su habitación, también muy "hopperiano", que remite a otro protagonizado por Lozano al inicio del filme.

Notablemente realizada, con un metraje ajustado que evita rellenos innecesarios, la película cuenta con un buen guión, que dota de credibilidad a los personajes, cuyos sentimientos se expresan de manera eficaz, aunque muchas veces son las meras imágenes las que mejor plasman sus estados de ánimo. La fotografía es consecuente con la historia, por lo que predominan los tonos fríos y apagados, cuando no directamente oscuros (sobre todo los planos solitarios en las habitaciones del hotel). De las interpretaciones debe destacarse a Dechent, un habitual secundario que demuestra su indudable talento y potencial, del mismo modo que lo logran Héctor Colomé y María Valverde. Nolte se limita a cumplir, pero no creo, como algunos piensan, que su actuación sea mala; simplemente resulta algo empequeñecida por la gran labor del resto del reparto.

Por todo ello estamos, en mi opinión, ante una de las mejores películas españolas del pasado año, y sin embargo, está pasando sin pena ni gloria por escasísimas pantallas, víctima de una distribución que parece diseñada por su peor enemigo, o ya que estamos, por el peor vendedor de una feria comercial como la mostrada en la película. Esperemos que la amargura no nos consuma y que no demos en pensar que en el cine español ya todo está vendido.
Quatermain80
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