El conde Pátula fue una de mis series favoritas de la infancia, tenía ese tono oscuro, diferente a los demás dibujos y a la vez era muy liviana, muy graciosa, entendía muy bien su sentido del humor tan fácil y tonto y no supe nunca por qué tenia tan pocos capítulos si era tan buena. En fin, a volví a ver el año pasado y también me gustó, ese humor absurdo me encantó y entré a ponerle nota y no sabía por qué tenía una puntuación tan baja, la cosa es que le puse un 7, buena. Pero ayer la quise ver de nuevo y casi no me hizo reir nada, sigue siendo original, todos los capítulos son más o menos parecidos, pero funcionan muy bien, aunque el humor me resultó muy bobo y facilón, la nana tonta por demás, quizás todo muy infantil.A pesar de todo esto sigue estando en mi corazón y en mi nostalgia, y eso nada lo va a cambiar, y tampoco su tono oscuro e inocente, hay capítulos que son mis favoritos y no me los voy a olvidar.

Para ser una serie infantil está muy bien, muy divertida para niños de una edad temprana, es para reirse de principio a fin, no es tan plana como otros dibujos infantiles de es época en que se repetía la misma historia una y otra vez, los niños no son tontos y esta serie era refrescante, hay que verla desde el punto de vista de un niño, hasta la introducción da un poco de miedo, y el outro es para matarse de risa a mi edad, bien oscurito, yo por mi parte espero disfrutarla nuevamente en algún momento. Nota final un 6, no es brillante, y no intenta serlo, pero no es plana y pretensiosa, intenta divertir y lo logra. Muy recomendada, para niños, eso sí.