Una comedia noruega que intenta ser de acción, pero se queda en el camino. Con la misma cantidad de chistes trillados que de droga, no llega a causar más que una o dos risitas tímidas. La mejor pasa en la primera escena cuando Ali, el personaje principal, queriendo romper una vidriera con una piedra la cual rebota y rompe el vidrio de una camioneta estacionada, el ladrón aprovecha este accidente y se roba un maletín. La película transcurre sin ton ni son y así mismo llega a su final, subrayando chistes. Un claro ejemplo es la música de Bob Marley en una escena en la que están todos drogados. Quizás en su país de origen fue bien recibida, ya que hubo una secuela (aunque que tenga secuela no quiere decir que sea buena necesariamente, claro ejemplos con nuestros “Bañeros”) Una película repleta de personajes secundarios imbéciles remarcando el estereotipo de los secuaces que hacen todo lo que el jefe dice, siendo lo más estúpido posible. El argumento intenta generar enredos, roban un camión de azúcar, luego otro el cual se lo roban a ellos, intentan devolveros, en fin enredos que no van a ninguna parte, y los supuestos malos que no se terminan de definir como tal.
Mi recomendación: Claramente no la vas a encontrar jamás en el cable, tendrías que bajarla para verla, pero todos sabemos que el espacio en el disco es sagrado. Ni te gastes.