Para empezar, la propia serie hace algún chiste sobre el tiempo que tiene esta señora para descansar. ¿Es un robot? Solamente así se podría explicar que no tenga tiempo ni para recargar el móvil: sí, ese objeto y apéndice que le informa cómo y con quién debe poner el interruptor. La premisa puede sonar interesante: una doctora que ve la cirugía torácica como hacer sudokus infantiles debe servir a un mafioso por una deuda de juego de su hermano.

Hace poco contaban que las series de hospitales estaban en descenso taquicárdico y nos encontramos ante cambios de sintonía en la era post “House” y con las temporadas terminales a la vista de “Anatomía de Grey”. Los tiempos cambian o deben cambiar. “Nurse Jackie” va por otros derroteros y en el drama la inglesa “Call the Midwife” se ha trasladado a los años 50… “Miami Medical” fue tal vez el último drama médico puro que han creado las cadenas norteamericanas. Duró una temporada y se emitió en el 2010. Ese podría ser el motivo por el que “The Mob Doctor” ha querido aunar “Los Soprano” con una serie de hospitales y proporcionar a su protagonista una doble vida a lo Dexter Morgan. Ofrecer a la audiencia nuevas formulas, aunque sean cruces de anteriores, parece ser la nueva tónica. La nueva serie de Fox es un procedimental encubierto con un par de frentes que tratan de convertirla en una ficción atractiva. El hilo del suspense de la sala de operaciones con la intriga criminal que proporciona la mafia de Chicago. El gancho es el llamativo «Ten cuidado a quién perteneces…» e incluso se han permitido meter citas de Lord Acton y aquello de «El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente». “The Mob Doctor” habla de poder, corrupción y lados oscuros… pero en el piloto las posibilidades son tan visibles que el espectador acaba cegado.

Entre que todo es demasiado típico a nivel hospitalario (antagonistas de manual y tramas tópicas con dilemas éticos), sumado a que los personajes son un catálogo de clichés y para terminar (de matarnos) los villanos están construidos sobre papel mojado, la serie crea poca o nula expectación por lo que va a venir posteriormente. Después llegan tramas secundarias y momentos que no se cree nadie y la serie parece convertirse en una spoof movie de un cruce de series de mafiosos de la HBO con “House”. No se sabe si son peores sus compañeros de trabajo o los criminales con los que se codea. Tampoco si la tensión sexual entre su medio-novio médico y un miembro de la mafia con el que tuvo que tener algo en el pasado generará suficiente interés. El show habla de pasarse y dejarse seducir por el lado oscuro manteniendo firme ciertas convicciones éticas… aunque muchos espectadores pasarán a esta serie al lado oscuro de la pantalla de su televisor. La protagonista insiste mucho en que no es la típica doctora… yo digo que estamos ante la típica serie que acaba sin pulsación por ser demasiado tópica.