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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
5
Serie de TV. Thriller. Fantástico Serie de TV (2013-2017). 4 temporadas. 62 episodios. En el año 1781, el oficial Ichabod Crane (Tom Mison), muere en medio de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en una misión para el general George Washington. Más de 230 años después Ichabod resucita gracias a un hechizo de sangre, y el destino la lleva a conocer a la detective Abbie Mills (Nicole Beharie), una investigadora de la Policía local de la localidad de Sleepy ... [+]
21 de septiembre de 2013
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Sleepy Hollow” no tiene nada que ver con ese bodrio televisivo que sufrimos en la midseadon de 2013 llamado “Zero Hour” pero da cierta impresión de que los responsables de la nueva serie de FOX han aprendido de los errores de la ficción que rápidamente fulminó ABC y quieren apropiarse de los aciertos de “Grimm”. Conjugar el misticismo y la leyenda del jinete sin cabeza de Washington Irving y el pueblo de Sleepy Hollow con el Libro de Apocalipsis y modernizar todo el pastiche resulta peliagudo y su argumento tan rocambolesco que, efectivamente, todo puede ser tomado como un asunto de locos. La serie parece ser consciente de tal condición y cuando Ichabod Crane —¿una revisión de Connor MacLeod?— recorre 250 años para despertarse en nuestro tiempo presente lo primero que quieren hacer con el supuesto y pretendido héroe es ponerle es una camisa de fuerza. Los guionistas han trabajado los detalles (y pasado) de la teniente Abbie Mills para que las piezas encajen rápidamente en una buddy series al uso y disfrute paranormal con el diablo metiendo cizaña como archienemigo completo y total y un jinete sin cabeza que busca precisamente su extremidad mientras entona —a golpe de armas automáticas, cinturones de balas y hachas incandescentes— ser el primo-hermano de ‘El motorista fantasma’. Con semejante premisa argumental muchos podrían gritar y no obviamente del terror aunque “Sleepy Hollow” tiene la suficiente buena factura y dosis de suspense para conjugarse como entretenimiento otoñal de muchos televidentes.

Creo que el piloto, dirigido por Len Wiseman, funciona bastante bien a todos los niveles, pese a tratar a público como un auténtico idiota —no faltan las sobre-explicaciones y un montaje para niños de parvulario y que nadie se pierda con los personajes y sus saltos temporales en esos flashbacks que se auguran como marca de la serie— y lidiar con toneladas y millones (unos 666, para ser satánicamente exactos) de clichés y lugares comunes. La ficción que han ideado Alex Kurtzman y Roberto Orci incluye magia, misterio y, por supuesto, terror en ese diablo que, visto lo visto, podría haber hecho el sucio y pesado trabajo de destruir el mundo tal y como lo conocemos él solito… sin necesidad de la muerte reencarnada en un jinete (de la Apocalipsis) que aprende rápidamente el eficiente uso de las ametralladoras y escopetas como si de un pupilo de ‘Terminator’ se tratara. Lo mismo en el próximo capítulo roba un tanque… Me gusta la idea, eso sí, de sacrificar en el piloto a un actor conocido y que éste sea el sheriff, aunque… ¿no lo hemos visto recientemente ya en “La cúpula” con Jeff Fahey y, ahora, con Clancy Brown? Sea como fuera, la ficción se permite una estrella invitada como John Cho para dar hondura al suspense que yace en la serie. Vamos a tener a una secta de satánicos adoradores del Diablo (y al servicio del mismo) completamente ocultos y conspirando contra los personajes principales. También a la pareja de Ichabod Crane atrapada en un plano dimensional para añadir el complemento informativo y cierta pechonalidad gótica siempre necesaria en este tipo de series.

No sé si el invento acabará en “Embrujadas” o en la nueva “Misterio para tres” en su vertiente policial pero, de momento, “Sleepy Hollow” quiere hacer los deberes sometiéndose a los márgenes del entretenimiento con calidad alejándose del procedimental (presumiblemente de manera temporal) y poniendo su piedra dentro de esa gran roca que está formando el género sobrenatural en la pequeña pantalla. Mientras que los muertos vivientes, los hombres lobo, los vampiros, los personajes más oscuros del imaginario de los cuentos e incluso los fantasmas dominan la parrilla televisiva, “Sleepy Hollow” añade un complemente mitológico sobre el mal que “Zero Hour” no supo entender ni perfilar correctamente. Posiblemente el mérito del piloto sea su agilidad para contarnos una locura y dejase suficiente misterio y respuestas en la recámara para ir dosificándolo a medida que avance la serie y mantener el suspense en la audiencia. ¿Nos tragamos este cuento de locos o la eliminación de obstáculos para que Ichabod Crane y Abbie Mills trabajen rápidamente juntos es realmente el elemento fantástico y sobrenatural? De acuerdo, no nos encontramos ante una serie dramática con capacidad de marcar distancias sino a ante un entretenimiento funcional que rellenará los huecos de una audiencia ansiosa y expectante de los misterios del inframundo… aunque aquí me planteo la difícil agenda de muchos televidentes tendiendo que lidiar con esta protuberante población sobrenatural, fantástica y televisiva. Mantener esa agenda repleta al día sí que (me) da miedo… y no las siguientes instantáneas demoníacas que nos ha dejado el capítulo (¿SPOILERS?).

• Al diablo no le gustó la última de Star Trek. [Entendemos que no tenían pasta para seguir pagando a John Cho]

• El Diablo es nudista y malo-malo-malo. Pero malo-malo-malo... aunque, por favor, que lo lleven a unas clases de pasarela para modelos para aprender a caminar. Jo, que el rollo de La Niña Medeiros está muy visto.

• La cabeza del jinete sin cabeza: muy sexy... ¡MENUDO TÍO GÜENO QUE ESTABA HECHO! QUEREMOS QUE LA RECUPERE YA Y... ¿ACABE LA SERIE?
Maldito Bastardo
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