La propuesta se puede tomar en serio hasta el minuto 1 y 47 segundos. El tiempo en el que finalizan los títulos de crédito y sale el nombre del submarino protagonista: Jimmy Carter.

Tragaderas profundas son las que hay que tener para tragarse la filmografía completa de Phillip J. Roth, una gran desconocida para el publico (y esperemos por el bien de su salud que siga siendo). Aquí cobra protagonismo el calentamiento global en el polo. La ONU parece una junta escolar de un suburbio iraní o un jurado de Eurovisión. Para colmo de males mentales tenemos una superbase submarina con una culebrilla magnetizada por el ¡¡¡¡POLO!!!!!! Uy, uy…
En fin, el equipo de rescate está compuesto por la chica mona (que hay que creerse que sea científica) a la que obviamente nadie hace caso. Se suman al equipo su ex, un militar con las cejas igual de depiladas que ella (aunque pueden ser efecto del botox), el malo y otros militares… Ella dice ‘Están totalmente fritos’… no sabiendo muy bien si a los cadáveres que encuentra en la estación o posiblemente a los cerebros del público al otro de la pantalla.

->MORALEJA: EL G8 sucks…

Por supuesto: no falta alguna secuencia romántica en este gélido y culebril cruce de “Abyss” y “Gusy Luz, la película”. Si la ven (y sobreviven) les provocará un impacto profundo.