Michael Crichton, escritor conocido sobre todo por sus relatos fanta-científicos, catapultado al éxito por su novela "Jurassic Park", que llevó al cine Spielberg en 1993, se ha colocado detrás de las cámaras como director en algunas ocasiones, con unos resultados más que aceptables, como en la cinta que nos ocupa, en la que también la historia es suya.
Es interesante remarcar, que por muy fantásticas que sean la mayoría de novelas de Crichton, suelen estár sólidamente apoyadas en fundamentos científicos.
En ésta ocasión se nos sitúa en un futuro próximo, y nos encontramos un entretenido triller en la que la amenaza son robots no antropomorfos, sino con formas adaptadas a funciones especializadas, como los robots de las cadenas de montaje.
La historia como digo no decae en ningún momento, y visualmente logra bastante impacto. En su momento fué bastante innovadora la cámara subjetiva situada en la cabeza de balas-missiles inteligentes, que siguen a las victimas doblando esquinas. Tom Selleck está imponente y convence en su papel de duro policía especializado en desatres en los que esán implicados robots.
Creo que el film merece un notable alto, teniendo en cuenta la época en que fué rodada, y viendo los estupendos resultados obtenidos con unos medios y unos efectos especiales tan espartanos, lo cual nos demuestra otra vez que en el cine, lo más importante es una historia interesante.