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España España · Oviedo
Voto de Gould:
5
Comedia Un joven graduado en la escuela de derecho es contratado por una firma de abogados, ocultándoles un secreto: la más mínima gota de alcohol la hace pasar a un estado avanzado de embriaguez. (FILMAFFINITY)
11 de noviembre de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda de las tres películas que rodó el guionista Norman Krasna mejoró un poco la pobre impresión de su debut cinematográfico “Princess O’Rourke” (1943). Escrita, producida y dirigida por el propio Krasna, es una película de anécdota argumental mínima en el que un joven, interpretado por Van Johnson –que tan bien sabía representar la inocencia del norteamericano medio- con alergia al alcohol, gana una beca para un prestigioso bufete de abogados. Allí conoce a la hija de uno de los socios –Elisabeth Taylor- de la que se enamorará.

Comedia previsible de escasa progresión dramática y bastante repeitiva –los divertidos efectos del alcohol en el protagonista-, resulta más interesante por las pinceladas antirracistas del guion, la confrontación entre dos universos sociales -él de origen humilde y ella de alta cuna- y el suave tono de denuncia del clasismo laboral y de las dificultades de los representantes públicos frente a los grandes y preparadísimos bufetes de abogados –en ese sentido, la intervención del fiscal en la cena de los abogados es casi lo mejor de toda la película-.

El trabajo de los protagonistas es de muy buen nivel, en especial el de Elisabeth Taylor que ilumina la pantalla en cuanto aparece, acompañada por un divertido y entonado Van Johnson con el que crea una gran química.
Simpática, a ratos interesante, a ratos repetitiva, es simplemente una agradable comedieta.
Gould
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