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España España · Oviedo
Voto de Gould:
8
Drama Varios jóvenes cometen asesinatos en diferentes ciudades europeas: un grupo de burgueses en París, un contrabandista en Italia y, finalmente, un peculiar poeta en Inglaterra. (FILMAFFINITY)
30 de julio de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los años 50 explotó la moda de las películas de episodios, generalmente con desiguales resultados. Con guion, entre otros, de Giorgio Bassani, Suso Cecchi D’Amico y el propio Antonioni, la película retrata el desencanto, las dudas y las rebeldías de la desorientada juventud –como todas las juventudes- de la postguerra de la segunda guerra mundial en Francia, Italia e Inglaterra.

Enormemente moderna, trata discusiones que hoy en día se mantienen muy actuales y que aquí ya se ven reflejadas; violencia, falta de principios e ideales, nada es nuevo en esta radiografía de la juventud burguesa “sin énfasis ni oropeles” en tres países diferentes, acompañada de un aleccionador y moralizante prólogo, claramente impuesto por la productora. Antonioni trata el malestar social que no es sino el malestar de toda una generación con ese neorrealismo existencialista tan característico de los primeros años de su filmografía, y, desde mi punto de vista, la parte más interesante de su producción.

En el episodio francés se habla de los delirios de fama y grandeza a cualquier precio que genera un acto de violencia incomprensible, signo de un vacío existencial y nihilista feroz y aterrador.

El episodio italiano habla de una generación caprichosa que no asume la responsabilidad de sus actos, una suerte de rebeldía sin causa en una historia sobre tráfico de cigarrillos que termina igualmente en una explosión violenta, pero que sirve para hablar de la desconexión con la realidad e incomunicación –otro de los temas favoritos de Antonioni- entre generaciones - “Quiero dinero, mucho y rápido”-.

La tercera historia desarrollada en Inglaterra es la mejor de todas y también la mejor interpretada, con un soberbio protagonista, igualmente inmaduro y con delirios de fama a toda costa, sin principios morales - “Cuando uno es famoso las cosas cambian”-, en un retrato entre la fascinación y el patetismo esclarecedor.

Antonioni habla de problemas intergeneracionales con un prosaico distanciamiento muy moderno, “pre-nouvelle vague”, sobrepasando los límites del neorrealismo en el que nace su filmografía y es el tono, introvertido y sostenido, lo que hace destacar a esta película y de la que se extraen sus mayores cualidades. Muy buena.
Gould
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