Dicen algunos que es una de las películas menores de la Disney, pero para mi gusto es una joya insuperable del cine de animación de todos los tiempos. Esos personajes, cada uno con una personalidad rebosante de carisma, empezando por el duo protagonista (Bobin y John) y remetando con una genial pareja de villanos (el Principe Juan y su inseparable serpiente).

La historia es sublime, con la clásica leyenda de Robin Hood adaptada perfectamente al universo infantil, con un sheriff de Nothingam adorablemente canallesco y una Lady Marian de lo más romántica. Las escenas tampoco le van a la zaga a esta maravilla: la persecución del comienzo, el torneo de puntería, el asalto al castillo... Me quedo corto en halagos para esta película con la que se me lleva cayendo la baba desde la primera vez que la ví. No, ya no hacen películas de dibujos animados como esta...