Antes de morir una abuela regala a su nieto un teléfono de juguete para comunicarse con él.

Buen ejemplo de terror psicológico. Explora, a través de la mirada de un niño, el tema de la muerte, e indaga en el supuesto de las llamadas desde el Más Allá, un clásico dentro de los fenómenos paranormales. También introduce el concepto del juguete entendido como elemento perverso -un poco en la línea de Chucky o Annabelle-. Un aspecto reseñable es que los hechos estén abiertos a varias interpretaciones.

Bill Mumy (“Perdidos en el espacio”), el actor que encarna al chiquillo, apareció dos veces más en la serie: en “It’s a Good Live”, de la tercera temporada, y en “In Praise of Pip”, de la quinta. De abuela hace Lili Darvas, actriz de origen húngaro, quien acierta a transmitir inquietud en las pocas escenas que protagoniza.

Existe un relato corto de Richard Matheson con idéntico título (“Long Distance Call”), que de hecho fue adaptado en la quinta temporada de la serie bajo el nombre de “Night Call”. Si la memoria no me falla, la trama giraba en torno a una mujer impedida que empezaba a recibir unas extrañas llamadas de teléfono. Todo muy escalofriante.