¿Te imaginas esta misma película rodada por Denis Villeneuve y con banda sonora de Hans Zimmer?

Si así fuese, estaríamos ante el nacimiento de una saga muy muy muy interesante.

Lo mejor de la cinta es sin duda el ambiente íntimo que consigue atrapar al espectador durante gran parte de la película. Los personajes están más o menos bien desarrollados pero existen algunos problemas evidentes que hacen que la cinta no llegue a convertirse en "grande":

1) Los personajes (bien) interpretados por Gillian Anderson y David Strathairn no llegan a desarrollarse lo suficiente como para despertar más empatía por parte del espectador. Son personajes que mejor desarrollados aportarían mucho más a la película.

2) A pesar de que la cinta ha sido estrenada en 2018, la película parece que se rodó en 1998.
Son demoledoras las carencias del director así como la pobreza en la fotografía o la apática banda sonora.

Lo dicho, a esta cinta lo único que le ha fallado es la dirección... Una pena aunque... ¿veremos algún día un remake?

¡Yo la vería!