Esta película es recordada y seguramente a día de hoy se puede disfrutar, gracias a que es la primera película que interpreta Bette Davis. Una Bette muy insegura de sí mismo por su físico, donde recibió palos por todos lados por tener la boca pequeña, el color de pelo indefinido y no ser una belleza. Pero por extraño que fuese el destino, consiguió este papel secundario pero realmente, importante para la trama.

Se dice que la madre de Bette y ella fueron al estreno de la película y se fue a la mitad por vergüenza ajena pensando que se acabó su carrera como actriz (bueno, no había empezado, sólo había hecho esta película), pero.... el futuro como bien sabemos, no fue así.

Tambén sorprende ver a un Humphrey Bogart joven (aunque ya tenía 32 años, pero siempre lo hemos visto ya entrado en años). También en un papel secundario, según parece empezó su carrera como actor en 1930 y esta es una de sus primera películas.

Y ahora hablando de la película, pues es una de tantas que hablan sobre la moralidad de la mujer. Cansa un poquito ya este tema, pero supongo que las primeras décadas del siglo XX fueron muy jodidos, moralmente hablando.

Lo interesante de la película es que poco a poco ves que todo está tomando un aspecto muy chungo y realmente no sabes como acabará. Puede tener un final trágico o feliz (aunque no sepas como). Y es lo interesante. Poco más a destacar (quitando la parte de Bette, que para su primera papel, parece una actriz ya trabajada).