La película es más absurda que lo propiamente absurdo. La trama hace vomitar. Lo único que te llena de alegría es el saber que cuando acabe vas a tener ganas de ir a miccionar porque tiene una duración considerable.

La he visto en versión original y de por sí el sonido es malo. ¿Pero quién narices montó o recreó el audio y los sonidos de los gruñidos de los vampiros?, ¿fue un cátaro onanista del siglo XIII de Montsegur? No tiene perdón, mira que está mal montado. Me imagino a los actores haciendo el imbécil, gesticulando y rozando el histrionísmo, recreando alaridos, mientras el director detrás de las cámaras les anima y el parásito de sonido les hace una seña de ''está quedando de pinga'' con el pulgar de la mano derecha.

Por cierto, los actores son penosos y parece que están leyendo la Biblia en plena eucaristía.

Es que es mala hasta decir basta, y lo peor de todo es que nunca se llegará a decir.