En Nueva York la policía está alarmada por el asesinato de dos detectives, lo que hace pensar en la existencia de un peligroso asesino en serie. Para descubrir al culpable, dos detectives, Steve Carelli (Robert Loggia) y Mike Maguire, son asignados para descubrir al criminal. No traanscurre mucho tiempo antes de Maguire aparezca muerto en la calle. La policía cree que se trata de un psicópata, pero Carelli defiende la idea de que el asesino actúa por motivos personales.

Se trata de una película de cine negro tipo Thriller dirigida con buen oficio por de William A. Berke (fue la última película de este director). Tiene un buen guión de Henry Kane basado en la primera novela de Ed McBain alias Evan Hunter: “Odio”. La música es propiamente de este tipo de películas negras, música de Albert Glasser, y una buena fotografía en blanco y negro de J. Burgi Contner. La puesta en escena es muy buena y la historia es contada con escenas y diálogos creíbles y que sintonizan con el espectador.

Aunque el reparto no es con mucho de relumbrón, si se puede decir que los actores de esta cinta interpretan sus papeles con mucha profesionalidad. Así, Robert Loggia, Ellen Parker (genial), Gerald S. O´Loughlin, Shirley Ballard (estupenda mujer fatal de imponentes cejas), Russell Hardie o Gene Miller por mencionar los principales. A mí me ha llamado mucho la atención la interpretación maravillosa de Ellen Parker, que está maravillosa en su papel de novia muda de Carelli: ¡hace un papel maravilloso, dulce y borda el papel de sordomuda! Y además es muy bella. Al parecer no tuvo mucho recorrido en el cine, pero creo que tenía madera, y madera de la buena.

La película, que algunos consideran de clase B, tiene empero su interés. La historia está muy bien llevada, con suspense y mantiene la atención los 75 minutos que dura (lo del tiempo es también un punto a su favor). A mí me ha gustado más que muchas películas americanas actuales, y no creo que en su momento se hiciera justicia con este film, que tal vez mereció un poco más de consideración. Es una película de escaso presupuesto y un resultado bastante bueno que gusta. Los policías son bebedores, tienen sus mujeres, sus debilidades, y además ¡hace un calor sofocante en Nueva York!