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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
6
Drama Adaptación de una novela del escritor inglés William Tackeray. Barry Lyndon, un joven irlandés ambicioso y sin escrúpulos, se ve obligado a emigrar a causa de un duelo. Lleva a partir de entonces una vida errante y llena de aventuras. Sin embargo, su sueño es alcanzar una elevada posición social. Y lo hace realidad al contraer un provechoso matrimonio, gracias al cual entra a formar parte de la nobleza inglesa del siglo XVIII. (FILMAFFINITY) [+]
10 de diciembre de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El más recurrente epíteto dedicado a Stanley Kubrick suele ser “perfeccionista”. Alguien lo dijo una vez y los demás lo repitieron hasta la saciedad. Pues discrepo. De haber sido tan perfeccionista este señor no hubiese permitido que su Barry Lyndon lo encarnase el actor de moda, Ryan O'Neal.
Ver esta película es una experiencia muy similar a estar mirando el pomo de una puerta durante tres horas, y esto es culpa del lindo O'Neal y, por ende, de Kubrick.
El cineasta, en consecuencia, se vio aquí obligado a recurrir al truco facilón del narrador, que te explica simplezas que debería haber transmitido el protagonista, de no haber sido una seta, sin necesidad de que nadie te las cuente, y el espectador, entre una cosa y otra, bosteza más de lo natural.

La primera parte el asunto tiene un pase, porque el personaje es un jovenzuelo atolondrado del que no se espera gran cosa, pero según avanza la historia Barry debería ir adquiriendo un carisma que despierte el interés de quien le observa y que va, para nada. La cosa va a peor, inexorablemente. El recurso del pelucón gris es todavía más triste que el del narrador.

Lo que si despierta interés es la impecable puesta en escena y su composición pictórica. Pero no compensa. Porque si quiero ver cuadros me voy al Prado. Y para ver setas me voy al bosque, no me pongo una de Kubrick… o eso creía yo.
VALDEMAR
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