¡Que alguien le de un calmante al que ha hecho la banda sonora! El tío se cree que está componiendo la música de una peli épica, con batallas y eso, a lo Espartaco. Nada más lejos de la verdad. Aquí tenemos que escuchar esos vigorosos timbales, trompetas y platillos mientras un personaje entra silencioso en una habitación portando una vela. ¡Qué emocionante que es todo en Agnosia!... Valiente coñazo.

La producción es impecable, dicho sea. Muy bien ambientada. Pero ya está. Un montón de pasta tirado a la basura. Con el precio de tu entrada pasará lo mismo.

Agnosia es, principalmente, un melodrama romántico aburridísimo, cargado de situaciones mal traídas, porque, vamos a ver (nunca mejor dicho), se supone que la prota tiene una rara enfermedad de dificil diagnóstico, pero lo que aquí se muestra da a entender que lo que le pasa a la pobre es que ve menos que un gato de escayola… sin embargo ella es uno de los pocos personajes que no llevan gafas. Y eso que el padre ¡es fabricante de lentes ópticas! Ya se sabe, en casa de herrero...


Eugenio, mira, una colleja para tí, porque si bien has conseguido un acertado empaque visual, no has sido capaz de dirigir a tus actores, que ésto es cine, no teatro. Lo de Noriega es otro rollo, ya. Virgen santa ¿cuándo aprenderás a hablar, Eduardo? ¿Cuándo conseguirás dejar de impostar y empezar a interpretar? Aquí, chato, ni siquiera sales guapo.

Vaya castaña.