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España España · Barcelona
Voto de Quim Casals:
8
Romance. Drama Historia de amor entre una joven hippie de espíritu libre y un hombre maduro cuyo corazón se ha ido endureciendo con el paso de los años. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2008
71 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que podría afirmarse que "Primavera en otoño" es a "Los puentes de Madison" lo que "Los 39 escalones" a "Con la muerte en los talones"; en otras palabras, un gran esbozo donde ya se percibe un talento y una clara intención de autoría que, con la mochila de la experiencia y más medios, explotará en todos los sentidos.

Desgraciadamente, fue un gran fracaso comercial cuando se estrenó y desde entonces casi no se ha exhibido, pero si uno tiene la suerte de verla descubre que lo que en su momento se saludó como una novedad en la carrera de Eastwood como director, "Los puentes de Madison", en realidad ya tenía un clarísimo antecedente. También aquí se nos ofrece una muy romántica historia, marcada en este caso por dos diferencias complementarias, la generacional y la ideológica: ella es una jovencita hippy, y él un maduro hombre de negocios.

Que la protagonista sea una hippy ata inevitablemente la película a su tiempo, lo que hace que en ciertos aspectos nos pueda parecer algo anticuada —como ocurre también con "Hair", por ejemplo—. Sin embargo, Eastwood no ha sido nunca ni simplista ni maniqueo, y se percibe su intento para presentarnos personas, no estereotipos con patas. Lógicamente, se percibe también que se encuentra todavía en su período de aprendizaje como director y aún no acaba de transmitir esa sensación que la cámara siempre está no ya en el mejor, sino en el único lugar posible —algo sólo al alcance de los más grandes y que años después conseguirá aparentemente sin esfuerzo: debo decir que considero a Eastwood como uno de los 10 mejores directores americanos de la historia.

Lo que ya era por aquel entonces era un gran director de actores, y es de justicia resaltar el trabajo de William Holden —ninguna sorpresa— y de la desconocida Kay Lenz, en una interpretación llena de descarada frescura. Como anécdota divertida, recordar que en un momento dado los personajes van al cine a ver —y se nos muestra claramente el cartel de la película— "Infierno de cobardes", de Clint Eastwood.
Quim Casals
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