Una historia amena e inteligentemente narrada que, sin embargo, queda lastrada por un guión bien planteado pero inconcluso, en el cual el director no es capaz de arriesgarse y desarrollar del todo la trama tras el brusco giro de acontecimientos que en ella se presentan.

La prueba de supervivencia a la que se ven abocados los tres protagonistas, les hará descubrir lo que sienten realmente los unos por los otros. Todo ello en un entorno de postal con una magnífica fotografía.

Funciona a la perfección la pareja protagonista, con personajes que arrastran una profunda frustración por los sueños no alcanzados, pero que se encuentran de repente con una nueva oportunidad para encauzar sus vidas.

No les va a la zaga la hija adolescente, torturada por el abandono paterno y por su incapacidad para adaptarse a los continuos cambios de residencia que la profesión de su madre requiere.

No obstante, es una pena la poca participación que tiene el intrigante personaje de Kristofferson en la película. Sin duda una de las mayores lagunas del film, junto con ese final tan abrupto.

Me gustaría destacar también la banda sonora, compuesta por canciones emotivas y llenas de esa angustia que acompaña a casi todos los habitantes de la región, asolada por el paro y por un clima en el que los lugareños "se vuelven locos en invierno".