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Voto de Ghibliano:
10
8,0
3.941
Serie de TV. Animación. Aventuras. Fantástico. Comedia
Serie de TV (2012-2016). 2 temporadas. 41 episodios. Narra las aventuras de los mellizos de 12 años Dipper y Mabel Pines, que ven cómo se desvanecen sus planes para el verano cuando sus padres deciden mandarlos con su tío abuelo Stan, que vive en el corazón de Gravity Falls (Oregón). Pronto, Dipper y Mabel descubren que allí no todo es lo que parece y confían el uno en el otro y en sus nuevos amigos para descubrir lo que realmente está ... [+]
5 de septiembre de 2016
30 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Abrumado. Así me siento ahora, a apenas media hora de haber terminado esta aventura, forzándome a escribir un texto coherente que de alguna forma haga justicia a todo lo que me ha dado esta serie. Pero no puede ser de otra manera.
Describir lo que hace grande de Gravity Falls es difícil, porque se trata de una maravillosa conjunción de factores que pocas veces se ha visto, y que por momentos parece casi imposible concebir. Gran parte del mérito de esta serie se encuentra en un guión maravilloso que no deja de sorprender y plantea un escenario elaboradísimo a lo largo de sus dos temporadas. La idea principal, muy sencilla y de apariencia episódica, llega mucho más allá de lo que parece en un principio. Mientras el universo contenido en el pequeño pueblo en el que se encuentran nuestros protagonistas va expandiéndose más y más, vamos tomando conciencia de la complejidad de su estructura, y el resultado tras 40 episodios es un puzzle intrincado en el que todas las piezas que se han ido presentando encajan a la perfección. Pero, por supuesto, no es solamente el misterio lo que ocupa a esta serie, la preadolescencia de sus personajes y sus desventuras románticas, las amistades que generan, las relaciones familiares, todo esto forma una parte tan integral de la serie como los acertijos, y todo está llevado de forma estupenda.
Y en el centro de todo este embrollo, tenemos una colección de personajes sencillamente inolvidables. Empezando por sus dos protagonistas. Dipper y Mabel, dos mellizos de 12 años, a punto de entrar oficialmente en la adolescencia. Uno analítico, inseguro y paranoico. La otra infantil, entusiasta y confiada. Evitando los tópicos sobre estos tipos de personajes, no son clones el uno del otro, pero tampoco polos opuestos. Se apoyan el uno al otro, no pelean, y en las raras ocasiones en las que lo hacen no tardan en volver a reconciliarse. Esta relación entre ambos hermanos es la base sobre la que está cimentada gran parte de la narración, y uno de sus mayores logros. Además de por evitar posturas extremas, dando pie a una naturalidad envidiable, lo es también porque descubrimos que hay algo de uno en el otro, y viceversa. Cuando Mabel resuelve por sí sola un acertijo que parecía reservado al genio de Dipper, no nos sorprende. Cuando Dipper se ilusiona como un crío con algo que no parece demasiado serio, no nos chirría. La serie logra que los personajes mantengan una personalidad característica mientras permite una gran plasticidad en ambos, evitando por tanto la rigidez estereotípica que habría hecho menos interesantes sus retratos emocionales.
A cargo de los dos mellizos tenemos a Grunkle Stan, un personaje genial, estafador con un talento especial para el engaño, un modelo de conducta terrible para unos niños, y sin embargo, alguien que deja una huella tan profunda en la serie que no puedes sino quererlo. Y completando el quinteto se encuentran los dos empleados de Stan. Soos, un tipo con bastante maña como mecánico, que a veces parece idiota, a veces simplemente un niño grande, pero que inevitablemente hace que te encariñes de él, y que como muchos, también esconde más de lo que parece. Wendy, la típica adolescente pasota que actúa con tranquilidad ante todo, escondiendo una mentalidad intrépida y aventurera, y que se convierte en el amor no correspondido de Dipper.
Más allá de los cinco integrantes de la Cabaña del Misterio, tenemos una gran variedad de personajes más o menos habituales, que van presentándose a lo largo de la serie, observándose desde distintas ópticas para terminar por descubrirse en muchos casos que tienen más trasfondo del que parecía en un principio, y contribuyendo en suma a la complejidad de un mundo ya de por sí cargado de detalles y sutilezas.
Y si el planteamiento de su historia y personajes ya es fascinante, no lo es menos la ejecución. En este aspecto es donde Gravity Falls extrae todo su potencial, alzándose por encima de tantas y tantas series infantiles. Varias críticas han destacado ya el uso de las referencias culturales, tanto memes e internet como al cine y la literatura de terror de todas las épocas, sencillamente excelente, integrándolas a la perfección y dándoles significado. También sobre la variada imaginería que contiene, deliciosamente arbitraria, como sacada de una mente infantil. Todos ellos grandes aciertos que contribuyen a hacer de esta obra la maravilla que es. Pero aún hay algo más. Un mérito que se va asumiendo a lo largo de los episodios. Y es que Gravity Falls, más allá de su creatividad y de la solidez de su imaginería infantil, es una serie tremendamente inteligente.
No lo digo por decir. En su intención de llevar a escenarios transitados mil veces, muchas historias caen en clichés que se asumen ya de inicio, y que en ocasiones son mucho menos inocuos de lo que parece. Que, por ejemplo, el "bueno" haya de llevarse a la chica después de derrotar al rival "malo", o que la personalidad de un personaje haya de definirse por su voz y apariencia. Gravity Falls tiene clichés, desde luego, pero realiza un trabajo estupendo revisando y evitando todo aquello que generaría un escenario discutible y contraproducente. Soluciona estos eventos de una forma tan creativa como llena de naturalidad, sin tomar el pelo al espectador ni inyectarle escenarios de dudosa moralidad.
(sigo en spoiler por cuestión de espacio, no revelo nada)
Describir lo que hace grande de Gravity Falls es difícil, porque se trata de una maravillosa conjunción de factores que pocas veces se ha visto, y que por momentos parece casi imposible concebir. Gran parte del mérito de esta serie se encuentra en un guión maravilloso que no deja de sorprender y plantea un escenario elaboradísimo a lo largo de sus dos temporadas. La idea principal, muy sencilla y de apariencia episódica, llega mucho más allá de lo que parece en un principio. Mientras el universo contenido en el pequeño pueblo en el que se encuentran nuestros protagonistas va expandiéndose más y más, vamos tomando conciencia de la complejidad de su estructura, y el resultado tras 40 episodios es un puzzle intrincado en el que todas las piezas que se han ido presentando encajan a la perfección. Pero, por supuesto, no es solamente el misterio lo que ocupa a esta serie, la preadolescencia de sus personajes y sus desventuras románticas, las amistades que generan, las relaciones familiares, todo esto forma una parte tan integral de la serie como los acertijos, y todo está llevado de forma estupenda.
Y en el centro de todo este embrollo, tenemos una colección de personajes sencillamente inolvidables. Empezando por sus dos protagonistas. Dipper y Mabel, dos mellizos de 12 años, a punto de entrar oficialmente en la adolescencia. Uno analítico, inseguro y paranoico. La otra infantil, entusiasta y confiada. Evitando los tópicos sobre estos tipos de personajes, no son clones el uno del otro, pero tampoco polos opuestos. Se apoyan el uno al otro, no pelean, y en las raras ocasiones en las que lo hacen no tardan en volver a reconciliarse. Esta relación entre ambos hermanos es la base sobre la que está cimentada gran parte de la narración, y uno de sus mayores logros. Además de por evitar posturas extremas, dando pie a una naturalidad envidiable, lo es también porque descubrimos que hay algo de uno en el otro, y viceversa. Cuando Mabel resuelve por sí sola un acertijo que parecía reservado al genio de Dipper, no nos sorprende. Cuando Dipper se ilusiona como un crío con algo que no parece demasiado serio, no nos chirría. La serie logra que los personajes mantengan una personalidad característica mientras permite una gran plasticidad en ambos, evitando por tanto la rigidez estereotípica que habría hecho menos interesantes sus retratos emocionales.
A cargo de los dos mellizos tenemos a Grunkle Stan, un personaje genial, estafador con un talento especial para el engaño, un modelo de conducta terrible para unos niños, y sin embargo, alguien que deja una huella tan profunda en la serie que no puedes sino quererlo. Y completando el quinteto se encuentran los dos empleados de Stan. Soos, un tipo con bastante maña como mecánico, que a veces parece idiota, a veces simplemente un niño grande, pero que inevitablemente hace que te encariñes de él, y que como muchos, también esconde más de lo que parece. Wendy, la típica adolescente pasota que actúa con tranquilidad ante todo, escondiendo una mentalidad intrépida y aventurera, y que se convierte en el amor no correspondido de Dipper.
Más allá de los cinco integrantes de la Cabaña del Misterio, tenemos una gran variedad de personajes más o menos habituales, que van presentándose a lo largo de la serie, observándose desde distintas ópticas para terminar por descubrirse en muchos casos que tienen más trasfondo del que parecía en un principio, y contribuyendo en suma a la complejidad de un mundo ya de por sí cargado de detalles y sutilezas.
Y si el planteamiento de su historia y personajes ya es fascinante, no lo es menos la ejecución. En este aspecto es donde Gravity Falls extrae todo su potencial, alzándose por encima de tantas y tantas series infantiles. Varias críticas han destacado ya el uso de las referencias culturales, tanto memes e internet como al cine y la literatura de terror de todas las épocas, sencillamente excelente, integrándolas a la perfección y dándoles significado. También sobre la variada imaginería que contiene, deliciosamente arbitraria, como sacada de una mente infantil. Todos ellos grandes aciertos que contribuyen a hacer de esta obra la maravilla que es. Pero aún hay algo más. Un mérito que se va asumiendo a lo largo de los episodios. Y es que Gravity Falls, más allá de su creatividad y de la solidez de su imaginería infantil, es una serie tremendamente inteligente.
No lo digo por decir. En su intención de llevar a escenarios transitados mil veces, muchas historias caen en clichés que se asumen ya de inicio, y que en ocasiones son mucho menos inocuos de lo que parece. Que, por ejemplo, el "bueno" haya de llevarse a la chica después de derrotar al rival "malo", o que la personalidad de un personaje haya de definirse por su voz y apariencia. Gravity Falls tiene clichés, desde luego, pero realiza un trabajo estupendo revisando y evitando todo aquello que generaría un escenario discutible y contraproducente. Soluciona estos eventos de una forma tan creativa como llena de naturalidad, sin tomar el pelo al espectador ni inyectarle escenarios de dudosa moralidad.
(sigo en spoiler por cuestión de espacio, no revelo nada)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
A todo lo mencionado anteriormente hay que sumarle una banda sonora logradísima, unas voces (en VO al menos) que no interpretan, viven a los personajes, y sobre todo un trabajo de animación impresionante, que logra unas composiciones preciosas y tiene una solidez encomiable. La que nos ocupa es una serie con un guión muy elaborado, pero al fin y al cabo, en gran parte de la misma la narración visual es un elemento ineludible. No sería capaz de hacer justicia con estas palabras a la belleza, en mayúsculas, que alcanzan algunas de sus secuencias, impresionantes en una animación para televisión.
Hay muchos más aciertos que se pueden reseñar de esta serie. Es una historia capaz de enganchar a niños y a adultos, con multitud de elementos atractivos para los primeros, y con grandes alicientes para los segundos, en forma de mensajes ocultos y observaciones sutiles que sólo pueden entenderse desde la perspectiva de alguien que las ha vivido. Gravity Falls es una historia infantil, pero más allá de eso es una historia sobre la infancia en plena transición a la adolescencia. Una infancia observada directamente desde la perspectiva y recuerdos de una persona adulta. El propio Alex Hirsch confiesa haber basado a Dipper en él mismo, y a Mabel en su propia hermana melliza. Y esta inspiración se deja notar en el nivel de detalle que pone en la personalidad de ambos y su relación, para dar lugar a uno de los retratos más naturales de unos críos en pantalla que he visto.
Y aún hay más. Una comedia estupenda, que recuerda al estilo de Los Simpson clásicos o Futurama, y que rara vez falla; o una capacidad para generar empatía en momentos de drama y desarrollo de personajes realmente excelsos, que combinan la excelente ejecución con el planteamiento inteligente y consecuente. No exagero al decir que no uno ni dos, sino un buen puñado de los mejores momentos dramáticos que he vivido en una película o serie los he encontrado aquí.
En resumen, Gravity Falls es una obra maestra de la televisión, de la animación y de la narración audiovisual en general. Una experiencia estimulante, a su manera nostálgica, un entretenimiento maravilloso y sobre todo una preciosidad de las que calan y se quedan grabadas, porque está hecha con un cariño palpable, una creatividad sin límites y una calidad fuera de toda duda en todos sus aspectos. Puede que no perfecta, puede que haya algún episodio menos bueno -en esta serie no podemos siquiera hablar de episodios flojos- pero en el global, irrepetible.
"Grunkle Stan...
I trust you."
Hay muchos más aciertos que se pueden reseñar de esta serie. Es una historia capaz de enganchar a niños y a adultos, con multitud de elementos atractivos para los primeros, y con grandes alicientes para los segundos, en forma de mensajes ocultos y observaciones sutiles que sólo pueden entenderse desde la perspectiva de alguien que las ha vivido. Gravity Falls es una historia infantil, pero más allá de eso es una historia sobre la infancia en plena transición a la adolescencia. Una infancia observada directamente desde la perspectiva y recuerdos de una persona adulta. El propio Alex Hirsch confiesa haber basado a Dipper en él mismo, y a Mabel en su propia hermana melliza. Y esta inspiración se deja notar en el nivel de detalle que pone en la personalidad de ambos y su relación, para dar lugar a uno de los retratos más naturales de unos críos en pantalla que he visto.
Y aún hay más. Una comedia estupenda, que recuerda al estilo de Los Simpson clásicos o Futurama, y que rara vez falla; o una capacidad para generar empatía en momentos de drama y desarrollo de personajes realmente excelsos, que combinan la excelente ejecución con el planteamiento inteligente y consecuente. No exagero al decir que no uno ni dos, sino un buen puñado de los mejores momentos dramáticos que he vivido en una película o serie los he encontrado aquí.
En resumen, Gravity Falls es una obra maestra de la televisión, de la animación y de la narración audiovisual en general. Una experiencia estimulante, a su manera nostálgica, un entretenimiento maravilloso y sobre todo una preciosidad de las que calan y se quedan grabadas, porque está hecha con un cariño palpable, una creatividad sin límites y una calidad fuera de toda duda en todos sus aspectos. Puede que no perfecta, puede que haya algún episodio menos bueno -en esta serie no podemos siquiera hablar de episodios flojos- pero en el global, irrepetible.
"Grunkle Stan...
I trust you."