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España España · Pamplona
Voto de Edgar:
8
Drama. Terror Un prestigioso científico vive obsesionado con la idea de encontrar una fórmula que le permita aislar los impulsos malignos del ser humano. Cuando lo consigue, decide experimentar consigo mismo y se bebe la poción que ha inventado. A partir de ese momento, se convierte en un monstruo de maldad que deambula por las calles durante la noche cometiendo todo tipo de fechorías. Adaptación de la obra homónima de Robert Louis Stevenson. (FILMAFFINITY) [+]
2 de agosto de 2006
39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica adaptación cinematográfica de la novela cumbre de Robert Louis Stevenson, que supone, sin lugar a dudas, la mejor película sobre el mito de "Jekyll y Hyde" hasta la fecha. El film funciona a las mil maravillas, en parte por la buena dirección de Victor Fleming, realizador de las famosas "Lo que el viento se llevó" y "El mago de Oz" y en parte por el lujoso trío de protagonistas. Ingrid Bergman está sencillamente brillante, con una interpretación digna de un Oscar sobre una alegre y espontánea camarera que ve cómo poco a poco su espíritu libre se va tornando en una mujer atormentada y sin ganas de vivir a causa de las contínuas vejaciones a las que se ve sometida por Mr. Hyde. El gran Spencer Tracy encarna la dualidad Jekyll/Hyde, a la que llega por ser un osado científico que intenta separar el bien y el mal de los hombres; su intención es buena, pues pretende curar la locura de la humanidad, pero los resultados son nefastos. El rol de Tracy es encomiable, pues las técnicas de maquillaje en 1941 son muy inferiores a las actuales, con lo que la gran diferencia entre Jekyll y Hyde se debe a su impresionante actuación, siendo la bondad personificada en un caso y el mal sin control en el otro, destacando su mirada asesina como rasgo más terrorífico de todo el relato. Una bellísima y joven Lana Turner es la prometida del doctor Jekyll, en un papel más bien pequeño, pero resplandeciente cada vez que aparece en pantalla. Hay auténticos momentos de tensión e incluso de miedo, gracias a un elaborado guión adaptado que define muy bien a los personajes y sabe crear una historia que explica convincentemente el por qué de los acontecimientos. Ahora que vivimos una era de películas de terror lamentables, los actuales directores del género harían muy bien en echar un vistazo a los estupendos relatos creados años atrás, para comprobar que el cine vive de guiones y buenas interpretaciones, los cuales nunca podrán ser sustituidos por sangrientos efectos especiales y jovencitas semidesnudas.
Edgar
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